
Alrededor de tres kilómetros separan la montaña mágica de Montjuich del puerto de Barcelona, y esa es la distancia sobre la que la corriente de psicodelia en forma de sus múltiples variantes, se movió entre la ubicación de las salas de la nueva edición del Barcelona Psych Fest.
Si hay que destacar un componente básico, ese sería el de la intención de buscar sonoridades que se alejen de la monotonía, ya que la paleta estilística se movió entre tres artistas del reino unido, tres del territorio nacional, dos franceses, y un representante de Turquía, Alemania, Nueva Zelanda, Suiza, Portugal y Canadá. Posiblemente no mirar hacia los grupos de USA, sea una pequeña asignatura pendiente en esta edición, pero de eso ya hablaremos al final de esta crónica, enfocada a modo de informe.

Viernes 04 de abril de 2025. Sala Paral-lel 62
A nivel general, el sonido fue uno los conceptos que falló en la primera jornada, y salvo en el caso de BDRMM, éste lastró los shows de todas las bandas, teniendo que ajustar continuamente el mismo, y a la larga, sintiéndose algo incómodos sobre el escenario.
- Dharmacide. Aplicaron un shoegaze de manual que viró hacia el dream pop de carácter post punk, y si nos ponemos, detallistas, fueron los que más se acercaron al concepto de festival.
- Ora Cogan. Con el hándicap del previo problema de sonido para su teclista-violinista, desarrollaron su propuesta de psych folk en forma luminosa, de voces sedosas y con algunos pasajes de distorsión, pero cuando mejor se sentían sobre el escenario, debieron cortar el show, eso sí dejaron muy buena sensación.
- Kit Sebastián. No hubieran desentonado en una celebración de boda turca, crearon una especie de salón de baile a lo sauna tropical, todo en modo ye-ye, pero algo descolocados en el evento.
Kit Sebastian - The Underground Youth. El dinamismo de su show se vio perjudicado por los problemas de sonido de su cantante, que en la primera mitad del mismo se tuvo que dedicar constantemente a reclamar la atención del técnico, generándole quizás algo de obsesión en ese sentido. Sin duda, aportaron el toque oscuro de la noche, ya no solo por su outfit, si no por su sonido a la berlinesa entre guitarras sobrias y pegada de batería básica. “Alice” es todo un hit, pero su set supo a poco, y con sensación de tener que parar cuando lo mejor estaba por llegar.
- BDRMM. Aplicaron el concepto de post rock que fluyó hacia los beats, cargados de shoegaze y con aire de pista de baile. Sin duda, su falta de complejos jugó a su favor, así como las ganas de divertirse, aportaron el punto rebelde al saltarse la normativa horaria y alargaron su set sin complejos.
- Maquina. Falló uno de los tres complementos que nutren su música, en concreto la guitarra, que directamente no sonó. Le pusieron ganas, pero su show se acercó más a una rave de altavoz de maletero de coche, que al formato analógico de pista de baile distorsionada al que nos tienen acostumbrados.
Maquina
Sábado 05 de abril de 2025. Sala Upload
La ubicación habitual del festival mantuvo la esencia real del mismo, programando una sesión de tarde, que destaco por las buenas prestaciones de las bandas que subieron al escenario, y del ambiente en general.
- Esperanto. Un viaje psicodélico entre guitarras flyng V, con aires de oriente que se mezclaron con otros que recordaron al Santana de más fluidez latina.
- Black Market Karma. Posiblemente la banda que mejor se adaptó a lo que es la esencia original del festival. Generaron pasajes de clara reivindicación de género, siempre mirando al lado british, aquel de arreglos de guitarras de doce cuerdas, de fuzz puro de los barrios de flequillo y botín puntiagudo.

Sábado 05 de abril de 2025. Sala Paral-lel 62
La afluencia de público ya mostraba que nos encontrábamos con la jornada fuerte del festival, pivotando entre estilos y con un claro enfoque de crecimiento. Desaparecieron los problemas de sonido, y se generó un ambiente que favoreció a todos.
- Carrots. Reunión de un clásico local, de estilo propio y atemporal, cargado de pop sedoso y de desarrollo agradable.
- Bryan’s Magic Tears. Si tenemos que analizar de forma rápida y en dos palabras lo que ofrecieron los parisinos, esas serían: sonido Manchester. Cumplieron con todos los conceptos del universo Stone Roses o Happy Mondays, de inicio pudieron resultar una réplica, pero a la medida que su show fue avanzando, ganó en personalidad propia, sobre todo por el juego de voz femenina que aplico su bajista.
- Earth Tongue. Momento para los sonidos duros, y si bien el formato dúo siempre está expuesto a una serie de limitaciones evidentes, supieron ir despojándose de un inicio algo monótono y excesivamente sabbathiano. Fueron jugando con el fuzz y las voces, ganaron bastante cuando su batería daba la réplica en modo gritón hardcore, deberían explorar más ese terreno en un futuro. Como dato de puro observador, la camiseta del club de fans Bong de Depeche Mode de la era Violator que lucía su batería es un tesoro.
- The Horrors. We love psych music, but we play punk. Así se presentaban The Horrors, dejando claro que, por carrera y concepto, estábamos delante del show del festival. Presentaban el excelente “Night Life (2025)”, y aunque acudieron al mismo menos veces de las que nos hubiera gustado, éstos en estricto negro, se movieron con facilidad entre un post dark oscuro, jugando con beats y actitud con poso pseudo industrial. “Still Life” demostró sin problema que es un tema de carácter generacional, y, por otra parte, el tema que da título a su reciente trabajo, se antojó como su nuevo clásico. El único punto débil, fue el set, el cual se debió adaptar a los horarios de festival, privándonos de poder disfrutar del show completo de gira.
The Horrors - L’Eclair. Recrearon un sonido de carácter galáctico, que bebió tanto del funk como de la discoteca de ciudad costera, y convirtieron la sala en una fiesta para acabar bailando.
Off Shows
Destacar el excelente trabajo en las proyecciones audiovisuales, adaptándolas en todo momento de forma individualizada a cada una de las bandas, generando momentos realmente espectaculares como las imágenes de la película “Paris Texas (1984)”, de terror satánico o de comics granulados. Así mismo, ya sea en la Magic Cave o en las salas, el trabajo de los dj’s fue excelente y básico para generar un ambiente perfecto, así como las instalaciones arte o las proyecciones de cine. Por otra parte, el mercadillo instalado en la sala Upload siempre da un toque de sentirte en otra época.
Aspectos de mejora
La estructura a nivel de escenario, se les ha atragantado algo con el cambio de la sala de Upload a la sala Paral-lel 62, ya que tener que montar y desmontar casi todo entre actuaciones, generó que los tiempos se ajustaran, algunas prisas, así como algún problema de sonido en la primera jornada del festival, lo cual provocó que las bandas tuvieran que recortar sus shows. En este aspecto la organización debería trabajar para que los artistas pudieran ofrecer sus shows completos, tanto ellos como público saldrían beneficiados.
Y, por último, se debería mira hacia el otro lado del charco, e intentar disponer de un mayor porcentaje de bandas americanas, eso sí, si los aranceles de Trump lo permiten.
Texto: Oscar Fernández Sánchez
Fotos: Sonia Eireos Gallarin
Hola.
Soy un amante del cartel de este año del Psych Fest de este año 2025.
Cuanto entre en la sala Paral-lel 62, me vi bastante sorprendido que grupos de la talla no cubrieran todos esos maravillosos cristales que hacen que el sonido sea lo que fue. Esto en común para todos, inamisible, increíble, pero los oídos mp3 cada vez abundan más.
En cuanto a The Underground Youth, que es la segunda vez que los veo y no es una banda de uno o dos Lps sino de más ..:
Yo estaba ahí y no era obsesión era que nos quedamos sin sonido, con lo cual me uno a su obsesión.
Craig Dyer Sabemos la guitarra como la toca y que es para los que nos gusta el sonido del de Manchester siendo educado y solo yéndose 4 minutos antes.
Yo votaría por las obsesiones y las salas donde se puedan escuchar este tipo de cosas que nos hacen volar hasta Barcelona para disfrutar de la MÚSICA.
Gracias