Elena Nieto sigue avanzando con Yawners, su proyecto, el cual va ya por un tercer disco, Superbucle (Montgrí), donde afianza sus dotes compositivas.
Y lo hace, además, tomándose más en serio sus textos (en otros mantiene su lado más desenfadado) y puliendo las canciones, en una suerte de pop punk de acabado prístino.
¿Qué representa Superbucle en tu discografía?
Creo que significa varias cosas. A nivel compositora, la culminación de mi saber hacer, por así decirlo. A nivel de productora, creo que también; aunque ahora te estoy diciendo esto y con el siguiente disco igual te digo lo mismo (ríe).
Pero en esos dos aspectos ves un salto, ¿no? Una mejoría notable.
Veo un salto muy grande. A nivel de composición y de producción he estado casi dos años, trabajando en este disco. Al final es un disco de once canciones, relativamente corto, pero he tardado mucho tiempo. Le he dedicado muchas energías y he explorado otras facetas que no había probado. Hasta ahora estaba en un formato «rock», más cómoda; ahora me he expandido un poco. El resultado es que he ganado mucho en profundidad, tanto musical como líricamente.
En el indie nacional son habituales las letras grandilocuentes. En tu caso, es al contrario. Hay dos temáticas centrales, amores imposibles, o cuestiones más ligeras y hedonistas…
Sí, creo que además, a lo largo de los discos, si existe un denominador común en las letras, es que son letras sobre tener los pies en la tierra. Letras del día a día. Lo que me gusta plasmar es un poco lo que me pasa a mí, pero que le puede pasar a ti o a cualquier persona. Y ahora que el disco es casi entero en castellano, supongo que se hace más evidente.
Además de tu productor de confianza, Santi García, se suman Juan Pedrayes, de Carolina Durante y Emili Bosch, de b1n0. ¿Cuál es su aportación?
Con Juan colaboré en la fase final de producción de «La Estrella Eres Tú», que es una canción que hice casi íntegra en casa, pero me faltaba pulir algunas cosas, y supe rápidamente que él me iba a poder ayudar. Y efectivamente, me ayudó a terminar de pulirla y que quedase súper guay. Con Emili hice «Las Horas Pasan» y «La inverosimilitud», que son las más electrónicas, digamos. La decisión la tomé precisamente por cómo eran las canciones, porque en mi casa ya les había dado ese tratamiento, y pensé en terminarlas con alguien más acostumbrado a trabajar con sintes, samples, o elementos que salen de la ecuación rock. Y con Santi, es que no falla. Tú vas ahí con tus ideas y cobran un sentido muy guay.
Hay momentos muy 80s de diferente índole. Reminiscentes de los The Cure o los R.E.M. más luminosos. Más oscuros también, como en el arpegiado inicial de «Dolor en el Pecho». O incluso a lo U2, al principio de «Sálvame».
Sí que puede ser. He utilizado arpegios de guitarra sin distorsión, más limpios, bastante efecto Chorus… Yo creo que por eso puede dar esa sensación. Creo que no ha sido algo premeditado, la verdad, porque los 80 tampoco es que sean una referencia para mí, pero esas cosas, a veces pasan y ni te das cuenta (ríe).
¿En la grabación ha participado la formación que tuviste en la anterior gira?
No. Lo hemos hecho como con el anterior disco. Yo he grabado todo, a excepción de las baterías, que las ha grabado Joan (Delgado, batería de Cala Vento), que está claro que es un buen instrumentista (risas). Y en directo iré en formato trío, como hasta ahora.
Paulatinamente, el inglés ha ido perdiendo protagonismo en tus discos. En Superbucle sólo hay una canción, de hecho.
Me resisto a enterrar el inglés, pero casi, casi, lo entierro. Lo que pasa es que la única canción que hay en inglés, «Self-Diagnose», la soñé, y la compuse al despertar ese mismo día. Y me pareció injusto cambiarla, porque en el sueño salía así, en inglés. Queda un poco anecdótica, siendo la única canción de once que es inglés, pero creo que la canción mola y al final no hay que darle más vueltas. Si está bien, está bien.
O sea que la canción te vino en sueños, como el riff de «Satisfaction» a Keith Richards. Curioso.
¡Es que esto pasa eh! Yo creo que es algo recurrente.
Es tu disco más pop y se te ve cómoda en ello. ¿Crees que el futuro de Yawners va en esa dirección, dejando más de lado el punk?
Creo que todo es posible porque, por ejemplo, el otro día pensaba «buah, el próximo disco que haga será un disco de emo puro», lo cual se aleja bastante del pop. Pero cuando me pongo a hacer canciones me salen las cosas más poperas de la historia. Entonces creo que lo guay es no decidir nada al respecto. Lo que salga, que al final es lo más genuino.
Texto: Daniel González
Fotos: Arnau Elías