Xavier Rudd, ese chamán australiano de los escenarios, aterriza en España este septiembre para presentar su potente directo en cuatro citas que prometen ser algo más que conciertos: Madrid (21/09, La Riviera), Barcelona (22/09, Palau de la Música), Valencia (25/09, Roig Arena) y Bilbao (26/09, Santana 27). Las entradas ya están a la venta y ojo, que vuelan.
Con más de dos décadas de carrera a sus espaldas, el multiinstrumentista nacido en Torquay ha demostrado que se puede llenar salas y festivales sin traicionar ni un ápice de autenticidad. Desde To Let (2002), su primer disco, hasta su celebrado Jan Juc Moon (2022), Rudd ha creado una obra que es al mismo tiempo banda sonora de road trips eternos y manifiesto activista por los derechos de los pueblos indígenas y la protección del planeta.
Lo suyo no es postureo verde: es convicción. Y encima, lo lleva al escenario con una solvencia técnica que deja boquiabierto al más pintado. Porque Rudd no solo canta y toca la guitarra: también domina el didgeridoo, la percusión, la armónica y cualquier instrumento que suene a tierra antigua o a marea cósmica. Su formato de “hombre orquesta”, con loops en vivo y paisajes sonoros envolventes, ha sido una marca de la casa, pero en esta nueva gira sube la apuesta: la talentosa multiinstrumentista Lisa Purmodh se suma a su directo, llevando el espectáculo a otra órbita.
Y como si todo esto no bastara, el australiano se hace acompañar del carismático Finojet, un músico que mezcla indie rock y folk como si fueran los ingredientes secretos de un licor prohibido. Será el encargado de abrir cada noche con esa energía inclasificable que atrapa desde el primer acorde.
Xavier Rudd no es sólo un músico: es un canal, una especie de médium entre lo ancestral y lo urgente, entre la naturaleza que suplica y el ser humano que aún puede escucharla. Sus conciertos son celebraciones de la vida, viajes hipnóticos en los que las letras, los mantras rítmicos y los paisajes sonoros se funden en una catarsis colectiva.
Si tienes corazón, conciencia y algo de oído, no te lo pierdas. Y si no los tienes, también: igual Rudd te los despierta.
Texto: Carlos López