Centrados en música evocadora y dirigida para el gusto fino y la inquietud introspectiva, el dúo zaragozano formado por Samuel Azorín y Mario Vidal avanzan dos nuevos temas que formarán parte de la banda sonora del film de animación «Kirikú y la Bruja».
Como ya nos tienen acostumbrados, vuelven a manejarse con habilidad en el terreno experimental sin límites donde lo bizarro se encuentra con la espiritualidad en una suerte de remedio curativo. Así sucede en «Manantial ahogado» donde la paz trascende desde la belleza minimalista. como ellos mismos explican: «Un canto espiritual de todo el pueblo, unido y agradecido. Autotune y sentimiento. Dos notas de contrabajo y el sonido del agua. Nada más». Y es que con poco se puede decir mucho, dicen los sabios. El videoclip de la canción que pueden ver a continuación también dice mucho, y bien, sobre el poderío de sus autores cuando se ponen tan minimalistas como delicados».
Más juguetones se ponen en «¡Y la Espina le Sacó!», donde se acompañan de un par de músicos excepcionales: Edi Pou (mitad de Za!) al taqsim, clarinetes y percusiones, y David Sánchez a las percusiones, todos juntos se funden entre palmas y jaleos varios, poniendo música al clímax de la película.
DM