Scott Henderson, guitarrista fundador de la banda Tribal Tech y reconocido mundialmente por su fusión de blues y jazz y su gran labor docente y de creación de numeroso material pedagógico para guitarristas y nombrado el mejor guitarrista de jazz por Guitar World en 1991 y 1992, nos visitó en Valencia el pasado sábado con su actual formación, Scott Henderson Trio, dentro de su gira europea de presentación de su último trabajo Karnevel! Tour 2025, con más de 40 conciertos programados, 10 de ellos en diversas ciudades españolas.
En la sala 16 Toneladas, como en el resto de la gira, se presentó teloneado por el también guitarrista solista Jeff Aug, que durante poco más de media hora disparó varios de sus temas melódicos con guitarra acústica que ya apuntaron la gran velada que se avecinaba.
Y tras Jeff, llegó el plato fuerte de la tarde. Acompañado por sus fieles escuderos, que ya formaron parte de la grabación del disco, Romain Labaye en el bajo y Archibald Ligonnière en la batería, el esperado Scott inició su repertorio con una versión de Miles Davis, All Blues, para introducirse inmediatamente de lleno en el álbum que da nombre a la gira, interpretando uno detrás de otro Karnevel, Covid vaccination y Bilge rat. Empezaron a sonar una tras otras las imposibles escalas menores a velocidad endiablada, los golpes de blues perfectamente identificables en medio de punteos inverosímiles y los movimientos infinitos a lo largo del mástil de su guitarra. Nuevamente introdujo una versión, esta vez del Peace de Horace Silver, para volver a un último tema del disco que da nombre a la gira, Sky Coaster .
Y tras dos solos instrumentales, primero de Romain al bajo y después de Archibald a la batería, impecables en la base rítmica durante todo el concierto, Scott entro de nuevo en escena para ofrecernos un magnífico fin de fiesta, mucho más cercano a sonidos soul y blues, con el tema Dolemite de su discoTore Down House y con un bis apoteósico de blues rock sin paliativos, el Hole Diggin’ del álbum Dog Party
Concierto eminentemente jazzístico, con juegos de armonías siempre complejas, pero con mucha fusión, con continuos flirteos con el blues y el rock, y que nos dejó un final mucho más próximo al soul y al blues rock, que, a título personal, me emocionó especialmente. Hora y media de libre albedrio compositivo y de la demostración palpable del virtuosismo extremo de un monstruo de la guitarra, que hizo disfrutar a los 3/4 de aforo asistente.
Gira de 10 conciertos por nuestro país que continua. Quedan varias oportunidades más para disfrutar del virtuosismo de Scott Henderson Trio, ya sea en Ponferrada o Valladolid, en la Albeniz, en la Clamores o en el kafe Antzokia de Bilbao. Imperdonable no aprovecharlo.
Texto: V. David Navarro Muñoa
Fotos: Sergio Lacedonia