
“Esto no va para nada de política, esto no va de apología del terror…”. Esa es la frase. La frase de los Lendakaris Muertos, posiblemente el grupo que más bebe de la tradición clásica del punk, con letras corrosivas, ácidas, con denuncia y sobre todo un humor negro que, quizás para quién no haya vivido los años del plomo en Euskadi, se le quedan dudas en el tintero.
Pero no hay duda de que los Lendas (como si estuviéramos en “El Pico 2”) siguen igual que siempre. Humor negro, letras muy inteligentes y sonando igual aunque ahora sólo haya una guitarra, tras la expulsión en noviembre de su miembro más novel por un proceso judicial por una supuesta agresión sexual. Y se puede ser muy punk, pero los valores son los valores, no hay discusión. Y hablando de valores, abrieron los mexicanos Konflicto de Libertad. Banda punk con las clásicas proclamas, en tono más solemne que los Lendakaris, con una escasa media hora.

Lo mejor, aparte de su simpatía y felicidad por estar girando, su tema “La Guardia Nacional”, junto a la versión de “Historia Triste” de Eskorbuto (encantados de haber estado con Paco, el único miembro vivo del mejor grupo punk del mundo). El resto del repertorio pues vaya, recordando mucho a lo que se hacía por aquí en muchas lonjas allá por mediados de los ochenta. Y ha pasado tiempo. Flojito. Y lo peor el mal detalle de no dejarles tocar otro tema más, que seguro que no iba a ser una cover de Meat Loaf, por aquello del minutaje. Feo, merecían despedirse tocando.
Pero parece que había prisa por que el cuarteto navarro descargara su set clásico, 32 temas del tirón en hora y media. Lo de siempre, si, pero es que lo de siempre es cojonudo. Aquí cada cual tiene sus favoritas, pero es que sigue siendo fascinante toda su temática política ácida: “El último txakurra”, “Fuimos ikastoleros”, “Veteranos de la kale borroka”, “ETA deja alguna discoteca” y sobre todo la inconmensurable “Urrusolo Sistiaga I”, y en menor medida “Urrusolo Sistiaga II. Superhéroe de la clase obrera”, un himno iniciado con la primera frase de esta crónica sobre el akelarre punk más divertido que puedes ver en directo. Con la colaboración de un Antzoki a reventar, con el histriónico Aitor Ibarretxe casi más tiempo entre el público que sobre las tablas, todo fue un sin dios.

Pero aparte de sus canciones más políticas, tocaron joyas como “Estamos en esto por las drogas”, “Esto no es punki”, “Pasau de rosca”, “Cómeme la franja de Gaza”, “El problema vasco”, “Nunca más volverás a aplaudir en un avión”, “Héroes de la clase obrera”, “Húngara chúngara”, “Ni sí ni no, ni todo lo contrario”, “El 4k se llevó a mi chica” (el “The KKK took my baby away” ramoniano pero a su rollo) y, por supuesto, el final con su gran himno, “Oso panda”, con un tipo disfrazado del amable plantígrado en plan pasado de sustancia (ojeras farloperas, ahí está el kit de la cuestión).
Y con las clásicas chorradas atómicas de Ibarretxe (“Mago de Oz estén grabando un documental y han venido aquí a sacar imágenes de público”, “no os droguéis, que eso es de 2008”, o “estamos haciendo un ridículo internacional, que aquí hay mexicanos, comportaos”) finalizaba el concierto, himno de la URSS de salida, bata en plan Hugh Hefner del vocalista y la peña dispuesta a tomar la calle, drogopropulsados o no, allá cada cual.
Texto: Michel Ramone
Fotos: Dena Flows