Mala Piel es un libro donde la anécdota futbolística de cada capítulo es el hilo sobre el que trenzar un retrato social y la evolución de una ciudad. En su narrativa, Toni Padilla saca a relucir tanto su vena de historiador, como la de aficionado del conjunto arlequinado. Si bien los pasajes relacionados con el balompié se pueden enlazar con dos ideas de Byung-Chul Han en su Vida contemplativa: Elogio de la inactividad (Ed. Taurus): El fútbol como religión y comportamiento primitivo y el fútbol como lugar festivo.
Siendo la fiesta comunal, donde en este caso es Sabadell y sus gentes quienes participan y como tal, así se presenta en sí misma de la forma más completa. Porque “La fiesta del sabbat (tomemos fin de semana, jornada liguera) es un tiempo de apogeo, un tiempo que está detenido” y el “sentimiento de festividad” es un sentimiento intensificado.
Construido sobre un lenguaje propio que no necesita juegos ni explicaciones, este breve estudio social acerca del municipio barcelonés, donde el peso del fútbol es, sino residual, sí superficial, relata la formación de la identidad y explora los lazos familiares y aquellos que establecemos con la ciudad en la que nacemos. Siendo un tiempo, paradójicamente, donde sabes más de la biografía de un futbolista que la de tu abuelo.
David Vázquez
