
Si el garage rock es un ritual primitivo de distorsión y electricidad, Thee Braindrops son sus sumos sacerdotes, los más kamikazes. La banda hispano-japonesa regresa con Wild Life, su segundo álbum, editado por Folc Records. Sin duda han superado “la prueba del segundo álbum” y para demostrarlo estrenamos hoy en exclusiva el videoclip de “Kuroi Voodoo”, el hechizo sonoro con el que abren este nuevo trabajo y en el que Shima Bunny enloquece, igual que en los incendiarios conciertos de los Braindrops.
Con la producción de Santiago Sacristán y colaboraciones de Farro y Santi (Moonstones) y del veterano Miguel «Macana» Martín (Los Macana), Wild Life es un cóctel explosivo de fuzz, farfisa y aullidos tribales que encaja a la perfección en la tradición más visceral del género. La portada, a cargo del maestro Mik Baro, pone el broche visual a un disco que suena a fiesta de garage-punk en el Tokyo más oscuro y en el Madrid más salvaje al mismo tiempo.
Desde 2017, Thee Braindrops han ido perfeccionando su ataque sónico, mezclando la urgencia de The Woggles, la crudeza de Billy Childish y el espíritu espectral de The Fuzztones. Su directo es pura demolición, algo que han demostrado compartiendo escenario con titanes como The Lords of Altamont o The Flaming Sideburns y dejando su huella en festivales como Freakland, Wáchina Wáchina y Touliña Pop. Ahora, con Wild Life, han dado un paso más allá: más matices, más energía, pero sin perder un ápice de la actitud punk que los define.
El viernes 14 de marzo los Braindrops estrenarán su álbum en la sala El Sol de Madrid; el sábado 15 actuarán junto a Automatic Lovers, Los Pólipos y The Losers Club en el Monkey Rock de San Sebastián de los Reyes; el 12 de abril en el Bali R’N’R Show de Benidorm y, por ahora, el 17 de mayo en el Touliña Pop (Sada, A Coruña)… Ahora que lo pienso, a falta de herrajes en el techo, me pregunto dónde se encaramará el ágil e inquieto Shima en esta ocasión. Es una pena, se me olvidó preguntárselo en el cuestionario que les he enviado. Pero es casi mejor llevarnos allí mismo la sorpresa…

Vuestro nuevo disco está teniendo una recepción muy buena. Supongo que es algo que os dejará tranquilos tras lo que supone el reto de haber tenido un álbum anterior que gustó también mucho, ¿no?
Estamos muy contentos con la respuesta que está teniendo Wild Life. Los segundos discos siempre son un reto y además el proceso no ha sido sencillo, por lo que estamos muy orgullosos de tenerlo ya publicado y poder disfrutar del resultado.
¿Los Braindrops de este disco son muy diferentes a los del anterior?
El primer disco, I Need Action, es un disco más crudo, más directo, con menos arreglos. Tiene temas tipo “Do The Orangutan” y “Jungle Dance”, que están pensados más para los conciertos. En Wild Life hemos buscado que las canciones tengan más melodía, más arpegios. Temas como “Troubled Mind” o “Spooky Hide And Seek”, además de funcionar bien en directo, creemos que son más escuchables en disco. Para nosotros Wild Life complementa a I Need Action y nos encantan los dos, pero no nos queríamos limitar a un único estilo y hemos querido ampliar con canciones que creemos que aportan a la personalidad de Thee Braindrops.
En este último disco vuelve a predominar el inglés, pero hay algún detalle en japonés y en español. ¿Ha sido premeditado o han sido temas que salieron así?
Los temas principalmente los hacemos en inglés. Intercalar alguno en castellano le da un toque exótico con el acento de Shima, pero creemos que la combinación ganadora es mezclar los tres idiomas. Dependiendo del resultado algunos temas entran y otros se quedan fuera. Por ejemplo hay uno en español que al final no ha entrado en el disco y una versión castellanizada que aparecerá en nuestro próximo single.
En cualquier caso, “Kuroi Voodoo” abre el álbum y es la canción de la que habéis hecho el videoclip que estrenamos hoy en exclusiva. ¿Por qué esta canción?
Hemos escogido este tema porque creemos que transmite muy bien lo que intentábamos conseguir con este segundo álbum. No es tan crudo como nuestro material anterior, es más atmosférico, más oscuro, y además introduce el teclado como nuevo elemento en nuestro sonido. La letra en japonés le aporta nuestro toque particular e inimitable.

¿De qué va la letra?
habla de la música como un conjuro, una especie de ritual de magia negra que nos transforma, nos envuelve y nos hace perder el control. Con la ayuda de Christian hemos intentado plasmar esas ideas en el videoclip, inspirándonos en la estética de las películas japonesas de terror de serie B.
Sois una banda con un directo muy potente. Supongo que habrá sido todo un desafío intentar trasladar toda esa energía del escenario al disco… ¿Creéis que lo habéis logrado?
Para hacer un directo potente tienes que tener temas potentes, y luego hay que conseguir que suenen lo más parecido en el disco y que no pierda personalidad. Creo que eso ya lo conseguimos con I Need Action y ahora con Wild Life estamos intentando recorrer el camino inverso: queremos llevar al directo lo que hemos plasmado en el estudio.
Otras bandas de la escena garagera española han logrado girar y colarse en los festivales del género en otros países. ¿Tenéis aspiraciones internacionales?
Creemos que no nos conoce mucha gente fuera de España y es algo que estamos trabajando para que cambie, sobre todo en Europa. Necesitamos más promoción fuera para que nos salgan más oportunidades. Posiblemente después del verano tengamos alguna fecha.
Entiendo que tocar en Japón sería muy bonito: El país de Shima, el legendario cariño del público del país… ¿Lo vais a intentar o lo veis imposible?
Claro, es algo que nos encantaría y que ya estuvimos a punto de hacer el año pasado. Ya teníamos alguna fecha cerrada, pero al final el proceso de grabación, mezcla y master del disco se alargó más de lo previsto y tuvimos que cancelarlo porque no tenía sentido ir sin el nuevo disco. Seguimos teniendo contactos y muchas ganas, a ver si podemos ir pronto, es algo que creemos que debemos hacer.
Texto: J.F León