Hace unas semanas teníamos por nuestro país a Will Hoge, y ahora nos llega nuevo disco del artista de raíces que quizá mejor sigue su estela, aunque solo cuente con nueve años menos que el de Nashville. Nacido en Georgia, Pope es más roots, más country, pero tiene en su voz esa arena que tanto nos gusta de Hoge sin llegar a ser quizá tan gran cantante. Aunque dejemos las comparaciones porque ya han servido para ponerles en situación y vamos a American Man, American Music, publicado el 14 de febrero de este año.
Desde que en 2008 debutara con Daylight, la discografía de Pope no ha hecho más que crecer pero, a pesar de sus quince discos previos, decir que este es el mejor de todos es probablemente jugar con las cartas marcadas, porque lo tiene todo y todo bueno. Es crudo y cálido a la vez, es honesto y es juguetón con sus letras. Y es un magnífico álbum de carretera. Recordando cuando Ron intentaba dar sus primeros pasos («I Gotta Change (Or I’m Gonna Die)»), homenajeando a su abuela fallecida. algo tan cotidiano y duro a la vez («Klonopin Zombies») o dando valor a lo mundano y a su vida en pareja a través de las cosas sencillas («In the Morning With the Coffee On»). Consiguiendo el mejor conjunto que ha reunido nunca en esta decena de canciones. Encantado me tiene, pensando de paso, que está listo para dar un salto mucho más grande. Veremos si lo consigue. Madera hay de sobras.
Eduardo Izquierdo