El miedo se espanta bailando
Por encima del griterío, una música cabaretera introduce con mucha clase a unos siempre bienvenidos Franz Ferdinand. Abren con “Night or Day”, toda una demostración de elegancia, incluida en su nuevo disco The Human Fear (Domino/Music As Usual, 2025). Alex Kapranos despliega su encanto y voz –a pesar de lo irregular del sonido de la sala–, y el ambiente de estadio se palpa desde el minuto uno. La vieja conocida “The Dark of the Matinée” casa a la perfección. El cantante salta en sincronía con su público querido, con una sonrisa de absoluta felicidad de chiquillo. Alternan sucesivamente tema-nuevo-tema-viejo, en un dar-cera-pulir-cera que convence a los presentes, que lo mismo corean el pop melancólico de “Walk Away” o el hit canallita “No You Girls”, como los nuevos himnos amables “Bar Lonely” o “Cats”. Primer mensaje subliminal: no hay miedo a “el primer disco fue el mejor”.
Salgo de las primeras filas mientras tocan “Everydaydreamer”, siguiendo aquello de que para apreciar una obra de arte, es mejor alejarse un poco. El sonido no mejora demasiado. “Es la primera vez que tocamos esta en directo, sed comprensivos”, se disculpa Kapranos. Cómo no perdonarle, ¡con lo majo que es!
Tras el embrujo griego de “Black Eyelashes” –preciosa bouzouki o guitarra del sol mediante–, Kapranos se sube al pie de la batería de Audrey Tait –¡gran fichaje!–, para introducir por todo lo alto “Love Illumination”, seguido de un duelo de guitarras frat rock entre Dino Bardot y Kapranos.
Nada de dejar EL hit “Take Me Out” para los bises. Alargan ese arranque que tanto ansiamos hasta que ya no podemos más y/o todos los móviles están grabando. Hay quien se dedica a echar pompas de jabón, incluso. El reciente miembro Julian Corrie –“el hombre que lo toca absolutamente todo”, Kapranos dixit–, deja los teclados y se desgañita a la guitarra. Todos desatados salvo el bajista Bob Hardy, que permanece impasible.
El líder de Franz Ferdinand se quita la chaqueta. Sabe que va a acalorarse aún más con la nueva “Hooked” –no en vano es aquí donde canta el mantra The Human Fear–. Este temazo que nos desquicia saludablemente viene con aparición estelar sorpresa: el rapero Master Peace irrumpe poderoso en el escenario.
Mensaje subliminal número dos: ¿quién dijo miedo a no superar el éxito del primer disco?; y una lección magistral: nunca hay que tener miedo a ser audaz.
Dejan precisamente “Audacious”, que abre el nuevo álbum, y otras viejas glorias para unos bises que no se hacen rogar. “No aburrirás” es una de las máximas de Franz Ferdinand. Y nunca defraudan.
Texto: Amaia Santana
Fotos: Salomé Sagüillo
