Vivos

Dead Boys – Upload (Barcelona)

Nadie esperaba encontrarse con una banda llamada Dead Boys en 2025. Nadie contaba con que, además, el concierto regular sería cojonudo. Pero de todas todas, lo que hoy nadie esperaba, era ese caótico bis en el que Cheetah Chrome acabó por amenazar de muerte al batería Scott Churilla, para dejar «Ain’t it fun» a medias, descolgándose la guitarra con muy mala sombra y abandonando el escenario. Cabe decir que algunas personas habían pagado la entrada por escuchar esa canción. Pero hey, ¿queríamos punk? Pues eso fue punk, o al menos lo más peligroso que sucedió en la noche.

¿Dije Scott Churilla? O, sí, el batería, primero, de Reverend Horton Heat, luego de Supersuckers. Un músico fantástico, qué duda cabe. Pero es complicado que todo salga a pedir de boca cuando el de anoche era tu primer bolo con una banda en la que el guitarrista, Cheetah, toca a un volumen de viejo (sordo) y de tanto en tanto se cruza con el resto de la banda. Nada que objetar. Es punk, ¿no?

Primer bolo también para el vocalista Mark Thorn, el frontman de Neon Animal, la última gran banda de rock and roll, ya desaparecida. Mark estuvo lo mejor que pudo estar un cantante que cantaba esas canciones por primera vez. El tipo parece el primo joven de David Johansen y maneja la primera línea con una clase y una personalidad desbordantes.

¿Era entonces el bolo de hoy un ensayo con audiencia? Sí y no. Los bises fueron desastrosos, pero antes hubo 48 minutos en los que la banda rayó a un nivel muy alto, en los que prácticamente sonaron todas las canciones de Young, Loud And Snotty, uno de los mejores disco debut de todos los tiempos, así sin paliativos. «Sonic reducer», «All this and more», «Ain’t nothing to do», «Not anymore»… ¿Sigo?

Volviendo al inicio de este escrito, nadie esperaba, yo al menos no lo hacía, escuchar esas canciones en una sala con la enjundia de Upload. Este ha sido un regalo de reyes tardío y me importa un pimiento si lo de hoy tenía credibilidad suficiente para ser llamado Dead Boys o si es legítimo que Cheetah haga lo que quiera con el legado de la banda. Es su problema. El mío es decidir si volveré a verles en una hipotética vuelta a Barcelona. Sí, sin dudarlo un solo segundo.

Texto: Sergio Martos

Fotos: Fernando Ramírez

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda