Encuentros

Anna Andreu, entre la consciencia y el sueño

Foto: Silvia Poch

Anna Andreu estrena su tercer disco, Vigília. Un trabajo de madurez lleno de claroscuros, de emociones y que vuelve a regalarnos, grabado junto a su inseparable Marina Arrufat y Jordi Matas en la producción. Con ella hablamos de su nuevo y maravilloso disco y de qué es lo que la inspira musicalmente.

Este es tu tercer disco, ¿cómo crees que ha evolucionado tu música en estos años desde que empezaste?

Supongo que, de forma natural, Vigília ha afianzado las cosas que he ido aprendiendo estos últimos años: por un lado, la importancia de la canción por sí misma y, por otro lado, una producción que no pase por encima de la esencia del tema. Creo que yo misma, a nivel personal, también he ido en esta dirección en los últimos años, intentando entrever qué es aquello verdaderamente importante para mí y que no.

Has contado de nuevo con Marina Arrufat, tu compañera musical y de vida, y Jordi Matas a la hora de hacer el disco. ¿Ha sido diferente el proceso de grabación a los otros dos? ¿Ha cambiado algo?

Ha sido una grabación complicada en muchos aspectos, pero esta intensidad también deja una impronta en las canciones (algunas de ellas se grabaron en directo) y, por lo tanto, espero, a quien las escuche. Grabamos con nuestro hijo, que justamente tenía dos meses, y mirándolo con perspectiva, es una cosa que solo habríamos podido hacer en familia (incluyo a Jordi Matas también aquí). Tengo el recuerdo vívido de cómo fue grabar cada guitarra y cada decisión que tomamos, prácticamente sin dormir y sacando la energía de donde podíamos. Ahora miro atrás y estoy muy orgullosa.

¿Cómo es tu proceso creativo a la hora de crear una canción?

No tengo un proceso concreto; cambia a medida que lo necesito. Si siempre es el mismo, es muy fácil que las decisiones acaben tomando una misma dirección. Para mí es tan importante lo que elijo como lo que descarto y, a la hora de componer, tengo más la sensación que tengo que intentar resolver un problema que me he planteado a mí misma. Se me hace más misterioso y atractivo todo el proceso.

¿Qué aporta Marina a tu música? ¿Y Jordi?

La composición la hago yo sola, un proceso muy solitario para mí, pero también necesario. Marina es quien primero escucha las canciones y me fío mucho de su primera impresión. Después toma una parte más activa en el estudio y, sobre todo, lleva la batuta en los ensayos. Tiene muy claro cómo ensayar para hacerlo de forma efectiva y pulirlo todo para no tener que ensayar más a lo largo de la gira, prácticamente. Jordi se encarga de encontrar una línea más o menos común en todos los temas y darle una entidad sonora y estética al disco como pieza global. Pulimos juntos algunos arreglos y, sobre todo, lucha para que la grabación tenga alma e identidad, discerniendo aquello esencial del resto. Me quedo muy corta con esta explicación, pero, a grandes rasgos, diría que es esto.

Muchas veces, la música sirve como terapia. Tus letras son muy personales. ¿Te sirve la música también en este sentido cuando hablas de tus experiencias?

Sí, normalmente al cabo de un tiempo, cuando he pasado a otra etapa y me doy cuenta donde estaba en aquel momento. Son personales, pero no son autobiográficas necesariamente; me alimento mucho de lo que sueño, de imágenes y escenas que me vienen a la cabeza.

Tu voz es dulce y las melodías también, pero a veces tus letras son un poco oscuras. ¿Es una cosa buscada o te sale así este contraste entre la luz y la oscuridad?

No soy una persona muy impulsiva. En general, si hay contraste es porque he dedicado tiempo a buscarlo porque, de alguna manera, encuentro que equilibra la canción. Mi voz, a mí, no me parece particularmente dulce porque la siento como parte inseparable de mí y no tengo una concepción precisamente dulce de mí misma. Para mí, el contraste se hace más presente entre la melodía y el significado de las letras.

Este disco se titula Vigília. ¿Qué tiene de atractivo este momento entre el estar despierta y el sueño? ¿Qué te inspira?

La noche como lapso de tiempo entre dos vidas, un momento en que la soledad se hace presente, la muerte, los pensamientos sin límites ni interrupciones… me resulta atractivo y, sobre todo, me resulta misterioso. Vigília también como tiempo de espera, el día antes de aquello importante, estar alerta, etc. Es un concepto que me rodea y me atrae en muchos aspectos.

Me da curiosidad la preciosa portada, estás en un cerro, cim en catalán (que es otro de los singles del disco, «Cims») y estás como cubriéndote con una manta. ¿Qué significa, si es que significa algo? Quizás estoy hilando demasiado fino.

La portada es una fotografía de Sílvia Poch con quien siempre que puedo trabajo y el estilismo es de Berta Vallvé. Tenía claro que quería que fuera una portada en que predominara el azul y que hubiera algún elemento amarillo. Berta confeccionó este edredón amarillo que, con la luz de la luna, parece prácticamente dorado.

Justamente, Sílvia había estado disparando fotos en los Pirineos por la noche para captar la luz de la luna como si fuera el sol, y fue una coincidencia preciosa que las dos estuviéramos cautivadas por esta idea de la nocturnidad como escenario de vida. La foto está hecha en las montañas de Farrera a la 1 de la madrugada, en plena noche cerrada, y a mí me hace pensar en un personaje que vaga huyendo del sueño, alguien que evita este momento nocturno pero que la noche siempre lo atrapa.

Mar Pujol participa en una de las canciones del disco, «Cims». ¿Cómo surgió esta colaboración? ¿Y por qué escogiste esta canción como single?

Mar me pareció una persona absolutamente genuina desde el momento en que la conocí y, aparte de admirarla mucho como artista, me parece que tiene una manera de aproximarse a la música súper sana y con una sabiduría que parece que lleve de serie. Para mí fue muy revelador darme cuenta que siempre que veo a Mar acabamos cantando.

Que «Cims» fuera el single fue una decisión de última hora. No es una canción que encaje mucho con el concepto marketiniano de single: es larga, tiene una parte instrumental extensa, es una colaboración… pero me pareció que todo esto no tenía importancia. Para mí es la canción del disco que más me liga al presente y me parecía coherente que fuera la primera que se pudiera escuchar.

¿Cómo serán tus conciertos? ¿Qué podremos ver? ¿Has podido presentar ya las canciones al público en directo?

La gira empieza en marzo y, a pesar de tener menos tiempo para preparar el directo porque estamos dedicando todo el tiempo y cariño que podemos a nuestra familia, estamos dando más vueltas que nunca y tenemos muchas ganas de volver a los escenarios.

Texto: Anabel Vélez

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