
La singular cantante y autora Myriam Swanson presenta Calígula, su primer disco en solitario, rompiendo con estilos anteriores y poniéndose en el centro de la creación. Su voz suena más sensual que nunca. Y va a por todas, a tumba abierta.
«La libertad como norma» es el discurso que impera en el contenido de este nuevo (vídeo) single y del disco. Puede sorprender de entrada este cambio de rumbo radical lo que nos tenía acostumbrados en el estilo de Myriam en sus anteriores proyectos (Flamingo Tours, Magnolia y The Rhythm Treasures), pero no es tan temerario visualizarlo, ya que siempre se han reflejado apuntes rompedores y coincidentes en sus trabajos previos.
La gran variedad de personajes y líneas de trabajo ha estado siempre presente en la creación de esta inconfundible artista, capaz de cambiar de registros vocales según la ocasión lo requiera como capaz de ir del punk al jazz sin despeinarse.
«Calígula» recoge una estructura lineal con una base electrónica que apoya un relato perturbador sobre un hombre sin empatía, egocéntrico, atrapado en su propio delirio de grandeza, líder exitoso y despiadado. Ella, al principio fascinada por su carisma, pronto se ve horrorizada por su crueldad y decide marcharse.
El videoclip, dirigido por el cineasta, guionista y músico Miguel Ángel Blanca, refleja su inconfundible estilo, marcado por las tragicomedias surrealistas, las dobles vidas y la oscuridad cotidiana. Con una filmografía que transita entre la ficción y el documental, Blanca aborda temáticas como la memoria, el nihilismo adolescente y la fantasía del fin del mundo, elementos que resuenan en «Calígula».
Las primeras dos fechas de presentación serán el próximo 13 de marzo en la sala La Nau (Curt Circuit) de Barcelona y el 29 de mayo en el Sol de Madrid.
DM