Espectacular inauguración del festival SAX-O-RAMA en un El Molino lleno hasta la bandera. La séptima edición del evento ideado por Dani Nel·lo, que agasaja al saxofón (elemento esencial en el feroz empuje del rhythm and blues clásico), no pudo empezar con mejor pie y velocidad.
La responsable del inapelable éxito no fue otra que la Barcelona Big Blues Band (liderada por el grandioso contrabajista Ivan Kovacevic) que contó, en esta ocasión, como figura estelar al cantante y saxofonista, de origen canadiense, Stephen Evoy, acreditado por liderar la banda londinense MFC Chicken. Al carismático Evoy le encanta rendir culto al pollo frito (su pasión empezó cuando se ganaba el jornal tocando enfrente de una tienda dedicada a vender el producto), pero también le gusta cantar sobre comida en general, cosas cotidianas (calcetines) y amor.
Elegantemente vestido y arropado por la bestial banda de 13 elementos, que sonaron como un trueno, se marcó un espectáculo de primera categoría, intenso, emotivo que revolucionó el teatro del Poble Sec, volcado desde el primer segundo y que acabó bailando por los pasillos y dando palmas; otra dimensión como comentó Nel·lo al terminar el primer pase, no dudamos que el segundo fue igual de excitante, alguno repitió.
“5 Spots” originó la primera descarga y la demostración de la enorme calidad de nuestra Big Band. Una formación de engrase perfecto en la que destacaron (no se me enfadarán el resto), por supuesto, Kovacevic, Nil Mojal (saxo), Héctor Martín (guitarra) y Federico Mazzanti (piano), ellos ejecutaron los solos más llamativos. Nunca les había escuchado tan crecidos, la acústica del local ayudó mucho y su experiencia (15 años en escena) hizo el resto. Colosales.
Separando la pieza final de despedida (claramente inspirada por el “Last Night” de The Mar-Keys), el resto lo ocupó Spencer con una buena selección de su repertorio más dos covers de enjundia: “King’s Rock” (King Curtis) y “Chicken Shack” (Amos Milburn).
La cosa empezó con pollos (“Chicken in a Hurry), los otros protagonistas del festejo. Completaron la pollería, “Voodoo Chicken Bone”, “Run Chicken” y “Chicken Shack”, rematando la comilona “Where is The Meat?”, hambre no pasamos y todo cocido a ritmo supersónico. Un banquete de órdago.
Tampoco hubo pausa rítmica en “Bang Your Box” (rockabilly sin frenos), “New Socks”, “29 Bus” (historia de un autobús canadiense), “Buy Me a Dog”, “Blackout Drunk” (servicio de bar) y en los bises: “Hooch Party” (disimulada adaptación del “Shout” de The Isley Brothers) y Losing My Mind, la traca de clausura.
El SAX-O-RAMA tonifica, rejuvenece y nos deja siempre una sonrisa en la boca. Pocos les regalarán mayor satisfacción. Esta noche se podrá disfrutar del último pase de este singular festival en el Estraperlo Club de Badalona (ver cartel con programación). No lo dejen escapar.