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Triángulo de Amor Bizarro – Razzmatazz (Barcelona)

Un rato antes de entrar al concierto, un amigo me preguntó qué discos prefería que tocasen Triángulo de Amor Bizarro en el concierto de la Gira XX20, que celebra sus veinte años como banda y les lleva a interpretar dos álbumes elegidos entre los seis de su discografía. Mi respuesta fue clara: Triángulo de Amor Bizarro (2007) y Salve discordia (2016). Él, en cambio, se inclinaba por oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ (2020) y Victoria mística (2013). La fortuna debía de estar de nuestro lado y decidió, de forma ecuánime, que la banda tocase oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ y Salve discordia, en ese orden.

Puntualmente a las 21h y con la sala a medio gas, apareció A Moura, el personaje encargado de lanzar las cartas del tarot, vestido de negro y con una máscara picuda de aquellas que llevaban en los tiempos de la peste negra, mientras se entonaba una especie de hechizo sobre la banda sonora de Suspira (Dario Argento, 1997), compuesta por Goblin. Las cartas volaron hacia el público, y el destino quiso que el primer disco de la noche fuese el quinto de su discografía: el pandémico oɹɹɐzıqɹoɯɐǝpolnƃuɐıɹʇ.

Salió la banda al escenario, saludó, y se metieron de lleno a tocar “Ruptura”, tema que bebe de los mejores y más bestias Big Black, mientras Rodrigo Caamaño (voz y guitarra, pero también teclados y cacharrería electrónica) se entregaba a intensos movimientos. “No eres tú”, el siguiente tema del disco y el primero en el que cantó Isa Cea (voz y bajo), fue apoteósico en su final, recordando a los My Bloody Valentine. “Vigilantes del Espejo”, con su invitación a volver a salir de fiesta, puso a la gente arribísima y dejo los primeros pogos de la noche, mientras “Canción de la fama” resonó con todo el ruido que podían producir y “Fukushima”, su oda a la periferia, se sumergía en un sonido kraut.

 

 

“Asmr para ti” fue un bálsamo gracias a la voz de Isa, que se salió, junto a guitarras de tintes dream pop y shoegaze, recordando a los mejores The Cure o a Slowdive. Siguieron “Acosadores”, una cabreada “Calígula 2025”, y “Folía de las Apariciones”, cerrando la primera parte con una fantástica “Cura Mi Corazón”.

Salve Discordia, un disco que es, sin lugar a duda, uno de los mejores álbumes hechos en nuestro país (a este nivel lo pongo), y mi favorito de la banda, fue el siguiente en ser interpretado. “Desmadre Estigio” sonó tan dub y reggae como debe sonar, mientras que en “Gallo Negro Se Levanta”, crítica a la sumisión al Estado, Rafa Mallo (batería) se salió (como en todo el concierto, en realidad).

“Barca quemada”, la canción más pop del álbum (según su particular definición de pop), fue también la más celebrada, seguida por “Seguidores”, y “Baila Sumeria”, que sonó igual de New Order a pesar de no contar con los teclados de Zippo. Y es que el teclista dejó la banda antes de comenzar esta gira, situación que el resto de los integrantes han sabido solventar de forma excelente con más guitarreo (si cabe) en las canciones. La rockera “Cómo encontró a la Diosa” antecedió a la shoegaze “Qué Hizo por Ella Cuando La Encontró” y a “Nuestro Siglo Fnord”, con su letra llena de rabia. Cerraron la segunda parte con “Euromaquia”, “Luz del Alba” y “Salve Eris”, esta última ejecutada de una forma completamente terrorista e impresionante.

Sin ni siquiera salir del escenario comenzaron con los bises, tocando “El fantasma de la transición”, una favorita personal, “Robo tu tiempo”, que me recordó mucho a Esplendor Geométrico y a Suicide, una versión completamente cambiada de “¿Quiénes son los curanderos?” y “De la monarquía a la criptocracia”, repasando así singles de sus tres primeros álbumes. Mientras que sonaba de fondo “A cantiga de Juan C”, versión en gallego del clásico «The John B Sails» popularizada por la versión de The Beach Boys “Sloop John B”, la banda salió a despedirse con una sonrisa de oreja a oreja.

Sonaron estos dos discos, pero podrían haber sonado cualquiera de los cuatro restantes, y en realidad, nadie se hubiese quejado. Considero que es importante valorar el trabajo que hay detrás de un concierto de este tipo, en el que la banda debe ensayar absolutamente todas sus canciones, pues desconocen cuál será el setlist de cada concierto, y aun así sonaron absolutamente impecables. Así que ya sabes, si todavía no los has visto, aprovecha y asiste a alguna de las fechas restantes de la gira.

Texto: Alvaro Rebollar

Fotos: Marina Tomás Roch

 

 

 

 

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