Tarta Relena son un tesoro no solo nacional, sino de todos los países que bordean la cuenca del Mediterráneo. Su música y su arte, es una voz (concretamente dos, la de Marta Torrella y Helena Ros) que da sonido a todas esas historias y cantares que conforman nuestra tradición mediterránea más clásica. Lo que las hace aún más especiales es que, lejos de caer en los tópicos manidos y pretenciosos que podrían asociarse a este tipo de música, logran elevarla desde el más absoluto respeto, impregnándola de un aire de vanguardia.
Haciendo gala de este misticismo, la pareja entró en el Auditori haciendo sonar unas campanillas y portando lo que después llamaron “el oráculo”, una especie de caja reflectante que contenía las preguntas y comentarios del público. En un acto de sinceridad creativa, explicaron que, ante el miedo de enfrentarse a la página en blanco, decidieron preguntar al oráculo cuál sería el camino a seguir. Fruto de esta revelación surgió el disco que presentaban en esta ocasión És pregunta (Latency, 2024). Así, como se puede comprobar, todo en ellas se mueve entre lo profano y lo sagrado, lo místico y lo terrenal, lo tradicional y lo popular.
La apertura con las campanillas da comienzo al que también es el primer tema de su nuevo álbum, “Amvrosías”. Continuaron con “Tuba Mirum”, que en directo sonó muy cercana al dark ambient, y siguieron con “Mano Décima”, que narra la historia de Juan el Romano. Con “El suïcidi i el cant”, tema de su primer álbum, Fiat Lux (La Castanya/The Indian Runners, 2021), hicieron la primera concesión al (su) pasado, acompañando la pieza de un juego de luces blancas cegadoras, unos beats intensos y una coreografía que subrayaron el carácter emocional del tema. Estos elementos acompañarían ya todos los temas del concierto, reforzando así el relato de cada canción.
En vivo, sus voces resuenan de manera impresionante y perfectamente sincronizada, y es imposible no admirar la facilidad con la que transitan entre idiomas. Castellano, catalán, latín, italiano, ladino, sefardí… las fronteras entre las diferentes lenguas desaparecen con una fluidez admirable. Y el sistema de sonido del Auditori no hizo más que potenciar la experiencia, proporcionando un sonido claro y preciso.
“Odniramat” nos presentó un juego en el que interpretaron el tema en un lenguaje totalmente incomprensible que, al reproducirse al revés suena “Tamarindo”. A pesar de que ellas cuentan que estos temas surgen de una coincidencia, de la casualidad al poner las cintas del revés, este error conforma un exquisito juego con las palabras que demuestra un excelente ejercicio de genialidad y de dominio del lenguaje. Es, por lo tanto, un error genial.
En “Mille risposte” parecen dos hechiceras lanzando un maleficio arcaico, mientras que en “Crit premonitori” construyeron un crescendo acompañado de una densa nube de humo y unas turbadoras luces rojas que finalizaron en el que fue sin duda el clímax del espectáculo. Tras “La Font” y “Beata viscera” llegó “Si veriash a la rana”, con un tramo final cuasi drum ‘n’ bass, y la adaptación lorquiana que es “Las Alamedas”, con la que finalizan el concierto por todo lo alto.
Aunque reconocen que, al tocar en casa, sienten un nerviosismo particular al estar frente a su familia, amigos y conocidos, también expresaron su profundo agradecimiento por todo lo vivido. Y nosotros, como público, no podemos más que sentirnos igualmente agradecidos de contar con su música, con sus historias, y, en definitiva, con artistas tan talentosas como ellas.
Texto: Alvaro Rebollar
Fotos: May Circus
Setlist:
- Amvrosías
- Tuba Mirum
- Mano décima
- El suïcidi i el cant
- Odniramat
- Tamarindo
- Mille Risposte
- Crit premonitori
- La Font
- Beata viscera
- Si veriash a la rana
- Me yelassan
- Las Alamedas