Hace sólo unos días se hicieron públicas las nominaciones a los Goya y La Estrella Azul ha sido una de las que más ha obtenido, ocho, incluyendo casi todas las categorías principales. Poco importa el resultado final, porque la película será la misma, ésa que ha emocionado a tantos miles de espectadores, algo tan maravilloso como desgraciadamente sorprendente.
Pero la verdadera propina son los conciertos: lo que empezó como una banda ficticia para el largometraje ha acabado convertida en una realidad musical y han recorrido festivales y salas con un gran recepción por parte de la crítica y del público. En enero de 2024, el grupo debutó con un lleno absoluto en el festival de cine de Zaragoza y hay una fecha muy especial marcada ya en rojo en nuestro calendario: este próximo 16 de enero en el escenario del Inverfest en Madrid. Un motivo más para ponernos en contacto con su director, Javier Macipe.
A estas alturas se ha hablado mucho y muy bien de La Estrella Azul, ¿era algo que entrara dentro de tus expectativas, aunque fuera de las más optimistas?
El director tiene que creer en que su película tiene el potencial de emocionar y llegar al público, si no tienes esta fe es difícil contagiar el entusiasmo a toda la gente que necesitas para que la película llegue a hacerse. Pero sí que es verdad que estamos en uno de los escenarios más optimistas que me planteaba, porque la película ha sido muy transversal, gusta desde niños a ancianos, a gente muy cinéfila y nada cinéfila…
Pero supongo que los galardones sí te hicieron pensar que quizá si había algo mucho más que una película muy bonita y que quizá podría funcionar razonablemente bien, ¿no?
Realmente los premios no tienen por qué venir asociados luego a un éxito en la taquilla. Hay muchos casos de películas con repercusión en grandes festivales que no llegaron al público. Más bien empecé a pensar que iría bien en taquilla por la respuesta que percibí del público en los primeros pases donde todo el mundo salía muy emocionado.
Entiendo que, pese a la felicidad que te ha podido brindar esta cálida acogida por parte de crítica y público, lo de quedarte a un un paso de haber sido propuesta para los Oscar habrá sido una putadita, ¿no? Porque te han puesto el caramelo en la boca y te lo han quitado…
Bueno, tengo un carácter particular para estas cosas, siempre que he tenido “malas” noticias en este proceso, enseguida pienso que alguna faceta positiva a la larga tendrán. O sea, por supuesto en el momento me dió un pequeño bajón durante un rato, pero luego empecé a pensar en toda la energía y dinero que habríamos gastado en la campaña que hay que hacer… Porque, quizá la gente no lo sabe, pero hay películas que llegan a gastarse medio millón de euros para intentar llegar a los académicos de Hollywood. Y realmente todo ese dinero y energía dejas de ponerlo en otras cosas que quizá están más nuestra liga.
Esta pregunta no es tan malintencionada como puede parecer: ¿Has visto Segundo Premio?
He visto Segundo Premio, pero antes de hablar de la peli me parece importante decir que Isaki, su director, ha sido un maestro para mí. Sus primeras películas me marcaron muchísimo y ampliaron mi visión de lo que puede ser el cine.
¿Qué te ha parecido?
Segundo Premio es una película que tiene vitalidad, frescura, muchas buenas ideas. No sé si es la película más personal de Isak, porque tuvo un proceso muy tortuoso, muchos pies forzados y condicionantes. Por tanto no es mi peli preferida de Isaki y tampoco soy muy fan de Los Planetas, por lo tanto no conecto tanto con la parte musical de la película. Pero en general la aprecio.
Recientemente se han hecho públicas las nominaciones a los Goya y os han caído 8, casi todas las principales. Feliz seguro que estás, pero a estas alturas supongo que no estarás sorprendido, ¿no?
Pues sorprendido no sería la palabra porque ya íbamos teniendo muy buenas noticias en los otros premios. Pero sí que es verdad que ocho nominaciones estaría en el mejor de nuestros pronósticos. Y me alegra muchísimo por todo el equipo, que tuvo que luchar mucho en esta película que se hizo con un presupuesto muy ajustado.
No sé si la llegada de la pandemia te llevó a plantearte seriamente la cancelación del proyecto.
Más que plantearlo yo me lo plantearon los productores. Hubo un momento en que por un cúmulo de circunstancias desfavorables la película se hizo inviable, y tuve que volverme de Argentina donde estaba ya preparándola de nuevo. Pero todo mi entorno de amigos, familiares, compañeros, no se rindió nunca y gracias a esa fuerza encontramos la salida.
No sabemos todavía, obviamente, cuántos cabezones obtendréis. La película será igual de buena sea cuál el número de galardones, pero evidentemente remataría un muy buen año. ¿Estás preparado para que haya una película que no sea la tuya y aglutine la mayoría de los premios, como suele ocurrir con frecuencia?
No juego mucho a hacer porras ni pienso en qué película ganará más o menos premios. Yo iré a Granada con el mayor optimismo, y a la vez con el mayor estoicismo, consciente de que nuestra vocación es hacer pelis, no ganar premios. Por lo demás, como te decía, los éxitos y los fracasos hay que ponerlos siempre entre paréntesis, porque conozco gente que después de ganar un Goya “se relajó” pensando que el trabajo le iba a venir sin esfuerzo y eso fue un desastre. Y lo contrario también, yo mismo estuve un par de veces nominado y no lo gané y ese “fracaso” me sirvió para poner aún más empeño en levantar La Estrella Azul. En cualquier caso, si vienen buenas noticias lo celebraremos y me alegraré mucho, pero intentando no sobredimensionarlo.
¿Nos puedes adelantar si habrá algún número musical de la estrella azul en la ceremonia?
En la ceremonia no lo sé, no hemos hablado de eso con nadie. Pero sí que habrá un concierto en Granada el viernes, justo el día anterior a la gala, en el Lemmon Rock.
Bueno, empecemos con las preguntas serias: ¿Es cierto que rodaste la película con la única intención de acabar montando una banda y convertirte en una estrella del rock? (risas)
Exactamente, (risas), sólo me ha costado diez años de esfuerzo titánico y rodar una peli, el poder cumplir mi sueño adolescente de subirme a un escenario y tocar delante de mucha gente.
Ahora ya de verdad, ¿qué se siente habiendo llegado (y emocionado) a tanta gente que no estaba familiarizada con la música de Mauricio Aznar y mucho menos con las chacareras?
Esto último es lo que me hace especial ilusión: que se esté cumpliendo ese proyecto que tenía Mauricio de dar a conocer un folclore argentino muy desconocido en España. Todavía no me lo creo cuando me escriben por redes chavales de veinte años para contarme que están flipando escuchando a Cuti Carabajal. ¡Para que luego digan que solo les gusta el reggaeton!
Por cierto, no tengo datos acerca de cómo ha funcionado la película en Argentina…
Allí la película tuvo una distribución muy simbólica, se estrenó medio año más tarde que en España y mucha gente se había descargado ya la película. Además el gobierno actual está atacando al cine, quitó las ayudas a distribución y las películas argentinas sin ese subsidio apenas pueden distribuirse. O sea que es difícil medir el grado de penetración, pero creo que la ha visto muchísima gente de manera ilegal como te decía, incluso me paraban por la calle en Córdoba Argentina, o en Santiago, para hacerse fotos conmigo lo cual me parecía un fenómeno extrañísimo.
La banda que habéis montado está funcionando muy bien: festivales, conciertos con aforos notables, ahora llega el Inverfest… Entiendo que más allá de la ilusión (y el negocio) de tocar, algo habrá de llevar la experiencia cinematográfica más allá de la pantalla, ¿no?
Hemos creado un espectáculo en directo que nos hace revivir el viaje de Mauricio en la película: desde el rockabilly, que sería el folk de norteamérica, bajando hasta sudamérica, hacia el folklore de argentina, pero todo ello con los instrumentos del rock and roll. Es una fusión muy bonita, y la gente la disfruta mucho porque es un concierto de ritmos muy bailables, pero con letras increíbles. Es el concierto que a mí me gustaría disfrutar como público.
¿Qué tipo de público os estáis encontrando principalmente: rockers, cinéfilos, curiosos…?
Es imposible de clasificar. En Zaragoza, donde tocamos para 4.000 personas en las fiestas del Pilar, observaba el público y no encontraba el patrón. Había rockers, pero también había señoras de setenta años; había mucha gente de entre treinta y cincuenta años que les gusta la música y el cine… Creo que es un concierto que puede disfrutar cualquiera que alguna vez se haya emocionado escuchando a Elvis o a Mercedes Sosa.
No sé hasta qué punto el ciclo vital de la película (que evidentemente se puede alargar algo según sea el resultado en los Goya) va a determinar el futuro de la banda. ¿Lo tenéis hablado y/o pensado?
Sí, terminaremos nuestro viaje en las próximas fiestas del pilar del 2025. Tenemos que continuar con nuestra carrera en el cine y la banda está funcionando demasiado bien. Así que casi cada concierto que hacemos es también una despedida de la ciudad donde vamos, seguramente el concierto del 16 de enero en Madrid sea nuestro único concierto en la capital.
Entiendo que el resultado y esta maravillosa acogida va a condicionar tu futuro: probablemente te hayan llegado proyectos suculentos, pero no pareces el tipo de director que suspire por una súper producción… ¿Algún plan o deseo?
Sí, me han llegado ofertas, precisamente en la línea de hacer biopics sobre músicos. Pero lo que necesito ahora es parar y reflexionar con calma. En principio me apetece más no repetir ahora el tema, y hacer una película completamente diferente.
El espectador (no palomitero) ya está más o menos acostumbrado al realismo mágico y a lo onírico, pero ese inesperado final de La Estrella Azul a muchos nos rompió la cintura, con el casting, el metacine y, sobre todo, ese desenlace en el que se mezclan película y making of… ¿Desde el principio lo tenías planeado así o en qué punto del proceso se te ocurrió este remate?
Estaba planteado desde las primeras versiones de guion. Entendía que era importante contar lo que el viaje de Mauricio había desencadenado tantos años después.
¿Hasta qué punto crees que han contribuido en convertir la película en algo tan especial para tantísima gente?
Creo que es una de las cosas que hace esta película diferente, pero sobre todo me parece que es un final que emociona, que es lo más importante.
¿Hasta qué punto crees que películas como la tuya, u otras de autor, pueden contribuir a que el cine vuelva a ser como en los 90? Y casi me refiero más a la acogida del público hacia algo que no sean las franquicias de Marvel y demás; aunque eso es algo que inevitablemente condiciona a la hora de medios para poder crear.
Bueno, no creo que el cine vaya a volver a ser lo que fue en el pasado. El lenguaje se va desarrollando de una determinada manera, también muy influido por la trasformación de los medios técnicos. Y la industria de la exhibición también y, por supuesto, el “consumo” del cine se va trasformando al ritmo de otros avances tecnológicos que van cambiando los hábitos. Hay muchas maneras de mirar la situación, dependiendo del optimismo de cada uno. El año pasado fue un año muy malo para el cine en general, pero si miras en detalle las cifras, el cine de autor es el que menos sufrió, quizá porque es el que tiene un público más afín. Cadenas como Renoir o Golem resistieron súper bien. Plataformas como Filmin, que algunos pensaban que no resistirían frente a Netflix, no dejan de crecer, así que creo que hay que ser optimista.
Para terminar, ¿qué felicitaciones has recibido que más ilusión te han hecho y cuál te ha sorprendido más?
Bueno, son tantas que es difícil de pensar en una, me viene de repente a la mente un mensaje que colgó en redes el hijo de Atahualpa Yupanqui o las palabras de Bunbury muy emocionado al terminar una proyección. Y el otro día una niña que me vino a esperar a la entrada de un festival para decirme que había visto muchas veces la película… Cada persona que viene a mostrarme su amor por la película me emociona.
Texto: J.F. León