Hablar de Rosanne Cash solo como la hija de Johnny Cash hace tiempo que dejó de tener cualquier sentido. Porque Rosanne se ha marcado una carrera más que destacable y, además, ha tenido las narices de hacerlo en el mismo terreno que su padre. Cierto es que lo suyo no ha sido casi nunca el country más clásico de su predecesor, sino que su música podía ubicarse sin problemas en el americana. Aunque teniendo en cuenta como esas etiquetas suelen confundirse consciente o inconscientemente, la cosa no anda tan lejos. Ella misma se ha encargado de dirigir esta colección esencial en la que, por supuesto, no falta ninguna de sus diez canciones convertida en número uno como «Seven Years Ache» o «Bever Be You» y que se suman a un montón de buenos temas hasta sumar los cuarenta que contiene este doble CD.
No hay muchas vueltas que darle al lanzamiento. Es evidente que aquellos y aquellas que conozcan su carrera no van a descubrir absolutamente nada. Toda su discografía, prácticamente, está representada de una u otra manera escogiendo un orden no cronológico sino más bien conceptual. Encontramos canciones que van desde 1981 hasta 2021 y, sobre todo, nos cargamos otra vez de razones para mostrar respeto eterno a esta mujer cuya vida, por el motivo que sea, no ha sido precisamente fácil.
Eduardo Izquierdo