Discomático

Maika Makovski – Bunker Rococo (Cultura Rock)

Bunker RococoCuatro años después de MKMK, la compositora mallorquina regresa con nuevo disco. Un álbum que cumple con uno de los requisitos que Maika Makovski se pide como artista, el de no ser encasillada. Porque Bunker Rococo es, claramente, difícil de encasillar. Algo que, por otro lado, no deja de ser curioso o contradictorio. Artistas que como Maika quieren volar libres acaban debiendo ser reducidos a las canciones que caben en un álbum, concepto del que también hablé con Xarim Aresté, en una entrevista para una revista amiga, y que por cierto es uno de los invitados del disco. Aunque eso quizá no toca, y sí decir que la Makovski se ha vuelto a marcar otro gran disco.

Estrenando discográfica, Maika se vuelve a largar a grabar a Reino Unido, concretamente a los Playpen Studios de Bristol para ser producida por Ali Chant, con quien siente una conexión especial desde sus trabajos junto a John Parish en Maika Makovski (2010) y Chinook Wind (2016). Recordemos que Chant ha participado en trabajos de Parish ya sea como ingeniero de sonido o como coproductor para artistas como PJ Harvey o Giant Sand. De hecho, Howe Gelb también colabora en este trabajo, igual que Donny McCaslin, saxofonista del Blackstar de David Bowie. Allí Maika, en otra aparente contradicción, lejos de casa, ha construido un disco que es un refugio. Es casa. Es una respuesta al ruido excesivo que nos rodea, en todos los sentidos.

Combinando temas más crudos con otros más barrocos. Jugando con la improvisación, mientras todo parece estar calculado. Con temas relativamente cortos y letras a veces directas, a veces enmarañadas. Difícil sacar singles de su conjunto de canciones. Se hizo con «Hunch Of The Century», una canción nada fácil de entrada, pero que sin duda engancha por su ritmo poco habitual. Y se repitió con la quizá más accesible «Just A Boy», puente de conexión con MKMK. Pero ya decimos que, en el disco hay de todo. Metales donde, a veces, antes estaban las guitarras eléctricas («Muscle Cars»), historias sobre las ollas mentales que tenemos cada uno («My Head Is A Vampire») o seres humanos que “se sienten obsoletos” en «A.I.». Pero no vamos a destripar más, no porque no queramos hacer nuestro trabajo, sino porque este es un disco para meterse en él y no salir en mucho tiempo. Como si de un bunker se tratara.

Eduardo Izquierdo 

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda