La virtud de este álbum es que podía haber sido publicado en 1985, por tocada, por ciertas estructuras en las canciones, por el nivel desbocado de guitarras… El hecho de que no fuera publicado en 1985, 0 1987, le da al autor la ventaja de haber asimilado todo cuanto ha penetrado en su cerebro en estos cuarenta y tantos años de absorción.
Porque la verdadera virtud de Electroadagio consiste en la capacidad del autor, ̶ José Carlos Sisto, lanzado al exterior bajo el seudónimo de Lyd Heavyman ̶ , para encontrar ese punto en el que colisiona el heavy más puro y divertido con la sicodelia más cercana al proto hard.
Hay muchísimas guitarras, canciones que se estiran hasta los ocho minutos, con solos desmadrados, no exentos de fantasía y de frases y licks geniales; cosa lógica si eres un guitarra extraordinario, compatible con el Uli Jon Roth mejor dotado y que a diferencia de este, tienes la capacidad de componer canciones en su amplio sentido y no pasajes indescifrables de capa sobre capa de guitarra. JC Sisto es excesivo, sólo hay que seguirle en redes sociales y leerle. Pero también lo es Randy Holden y Frank Marino y nos encantan. Qué carajos, si tienes a Pedro Gago de los veteranos Tiburón, y a José Moares de Surya como invitados, guitarras van a sonar.
Personalmente, me decanto por canciones como «Si el mundo se detiene», donde reina una calma contenida, sin tan siquiera batería (grabada excelentemente en el resto del disco por el indispensable Rafa Camisón), y la fantasía se desdobla para encontrar un punto de fascinación oculta en la mayoría de discos de calado heavy que se han publicado en este siglo. Pero en conjunto es un disco redondo, linda continuación a Ciclo del Eterno Guerrero, primero que hizo bajo el alias de Lyd Heavyman, tras los proyectos de Mater Dronic, Fuzz Machine, Astrovoodoo, etc.
Para pedir copia física del disco, diríjanse a Librería Agrícola de Jeréz (Tfn 956 348 043) o email al propio músico: jcsistogarcia@yahoo.es
Texto: Sergio Martos