Al borde del asiento desean tenernos Whispering Sons con su tensísimo e inquietante nuevo disco, The Great Calm, de cuya magnética presencia nos será imposible escapar en los dos conciertos que ofrecen esta semana: 6/11 Sala Wolf, Barcelona y 7/11 The Basement, Madrid. La formación belga nos abre las puertas, mientras tanto, a sus tribulaciones compositivas: desde lo incómodo de ser honesto o el post-punk como carácter, hasta lo difícil de tener un gato.
Tras una década juntos, ¿cuántas luces y sombras habéis atravesado?
Pues, por ejemplo, con los años hemos pasado por un par de cambios en la formación, de los que aprendimos a adaptarnos rápidamente a nuevas situaciones. Lo cual demuestra que tenemos una base muy sólida sobre la que construir, y que nos motiva de cara al futuro. Al final, todavía somos solo un grupo de amigos en constante evolución y con un profundo amor a la música.
The Great Calm es en realidad un álbum lleno de tensión, ¿cuál era vuestra intención al componerlo?
Siempre tomamos nuestro trabajo anterior como punto de partida. ¿Qué queremos hacer diferente? ¿Qué nos gustó? Empezamos por ahí y luego vemos sobre la marcha. La tensión de la que estás hablando, sin embargo, es muy inherente a Whispering Sons. Y se ha visto reforzada sin duda por el rango dinámico del álbum, ya que pasamos de muy duro a muy suave a algo intermedio; nos gusta mantener a los oyentes al borde de sus asientos.
A la hora de crear, ¿sois muy habladores o pasáis directamente a la acción?
Mejor un buen equilibrio entre ambos. Es bueno saber lo que quieres y hablarlo detalladamente de antemano, pero también puede ser una trampa si no llegas al punto de crear. Lucho mucho con esto cuando escribo letras: tiendo a seguir reflexionando sobre lo que quiero decir, qué sentimientos quiero evocar o en qué parte del marco narrativo encaja una canción y, al final, apenas llego a la parte de escritura.
Tanto vuestra atmósfera como vuestra presencia son bastante cinematográficas. Me pregunto en manos de qué director habrías dejado The Great Calm de haber sido una película.
No me importaría que Wim Wenders hiciera una adaptación cinematográfica de The Great Calm. Hay algunas similitudes en la forma en que nuestros personajes se debaten con el mundo, sin que en realidad sucedan muchas cosas. Quizás los vastos espacios de sus primeros trabajos combinados con un toque de esperanza y belleza de Perfect Days estaría bien.
¿Veis el post-punk solo como una influencia musical o más como un estilo de vida?
El término post-punk es muy amplio y cubre mucho terreno. Para nosotros no es realmente un estilo de vida como tal, sino más bien un ethos que, por un lado, queremos conservar y, por otro, queremos traducir en algo más personal y adaptable a nuestros tiempos.
“Still, disappearing” es una de vuestras canciones más oscuras, ¿cómo surgió?
Ya habíamos escrito un par de canciones con piano, pero eran más de tipo experimental. Esta vez queríamos una que fuera una balada de piano completa, con un sentimiento más orgánico. Pronto sentamos las bases, pero solo cuando comenzamos a arreglar la canción y agregamos el saxofón, se convirtió en un tema amplio, abierto, con una historia que se desarrolla gradualmente junto a la música y que, además, luce mucho en vivo, ya que rompe con el resto del set.
Well I bet you have never really seen me like this, de “Try Me Again”, es una línea realmente contundente para terminar el álbum.
Es una frase muy autoafirmativa, como el resto de la canción. Y aunque fue un poco incómoda de escribir, también sentimos que era la conclusión lógica del álbum. Estamos muy orgullosos de lo que creamos.
También evoca cierta evolución, ¿os sentís muy cambiados respecto de Various Others?
Various Others era mucho más experimental y minimalista, mucho más oscuro también. The Great Calm es más ligero y abierto, con más espacio para la esperanza y la belleza, y con un enfoque diferente del ritmo, donde la guitarra ha recuperado su lugar prominente.
Este noviembre finalmente venís a España, ¿qué podemos esperar?
¡Estamos muy emocionados de volver! Podéis esperar una intensa presentación de The Great Calm, mezclado con algo de material más antiguo. Siempre tratamos de darlo todo. Va a valer la pena, ¡lo prometemos!
Por último, una pregunta específica para Fenne: ¿Pierrot ya existe?
Jaja, no, todavía no. ¡Es bastante difícil tener una mascota si estás de gira tanto como nosotros!
Texto: Sara Moa
