La gira de Doctor Explosion llega a su tramo final (ver fechas al final de la entrevista) y como suele ser habitual, los últimos conciertos son un hervidero de sensaciones y buena mandanga. Porque … ¿quién no conoce a Jorge Explosión? ¿Quién no se ha desmelenado en uno de sus indescriptibles conciertos? ¿Tú? No sabes lo que te pierdes… él mismo nos explica los motivos.
Lo hacía (entrevista publicada en papel) a raíz de su nuevo álbum, Superioridad Moral, en la que la madurez de su mente y su propuesta no está reñida con una fidelidad, muy de agradecer, al sonido que los situó como referentes del garage nacional hace décadas. A continuación, extracto de una larga conversación con el cabecilla de los Explosión, un tipo capaz de combinar el sano cachondeo con reflexiones de profundo calado, y de realizar actuaciones en las que nada queda en pie, ni ellos mismos. Además, cruzado el charco ya se están enterando y disfrutando de su existencia, así que le cedemos la palabra sin más preámbulos.
En el último álbum de la banda, no te cortabas: los Explosión Hablaban con Frases Hechas, afirmabas en el título. Y ahora, después de más de una década, manifiestas poseer Superioridad Moral. ¿Tanto habéis cambiado, tú y tus compinches?
Es inevitable cambiar, es muy saludable hacerlo, si es posible a mejor. La creación es un juego y me gusta jugar a encontrar las palabras para las canciones. Las palabras son muy importantes porque inspiran la interpretación de la voz, hay que escogerlas con mucha sinceridad. Los títulos de los discos son un pretexto para llamar la atención, tienen su importancia relativa, son un golpe de efecto, un juego más. En este caso yo no afirmo tener superioridad moral, simplemente la enunció o la invoco, para situarla en un contexto diferente, para arrebatársela a todos aquellos que creen o pretenden tenerla para juzgar la forma de vida ajena. Presento la supuesta superioridad moral como una parte de un collage de ideas junto con una foto donde la gente lo pasa bien en un concierto. Es como un experimento, cada disco que uno hace es como un experimento vital donde juega con ideas, sensaciones, sentimientos, conceptos y música… Me gusta que todo quede un poco abierto y luego cada uno se imagine otra parte. No me creo en posesión de la verdad, pero sí es cierto que todo el mundo en algún momento se cree superior a los demás y les juzga. Todo el mundo piensa en algún momento “lo mío es mejor”. Por eso un título así resulta interesante, tiene cierta arrogancia y sentido del humor, porque nadie está a salvo de los prejuicios. En todo caso invocar a la superioridad moral en este contexto es obviamente cachondearse de ella, algo muy higiénico, aunque por desgracia la superioridad moral y los prejuicios siguen existiendo y son un síntoma claro de estupidez y debilidad.
Precursores indiscutibles del garage militante (y gamberro), siempre habéis mantenido una actitud iconoclasta y marcado territorio en un estilo generalmente dado a la imitación. ¿Cómo se consigue mantener la frescura durante cerca de treinta años? El Loco Mundo de los Jóvenes, año 1994, os debe quedar bastante lejos a nivel vital. ¿O no?
Esa frescura se consigue siendo tú mismo y aceptando los cambios. Cuando uno hace una canción, es como hacer una fotografía de tu actitud vital y de tus puntos de vista en ese momento. Ahora soy otra persona diferente a como era hace 25 años, pero cada vez que uno toca canciones antiguas revive quién era en aquel momento, como cuando sacas una fotografía antigua tuya de un cajón. Ahora no escribiría esa canción, pero sí me gusta tocarla e invocar al yo lejano que la escribió. Las canciones del nuevo disco tienen un punto de vista más cercano a como soy ahora, algunas ya las escribí en 2016 y otras en 2019. A ser tú mismo no te gana nadie, por eso si consigues manifestar quién eres con veracidad, belleza y entretenimiento habrás logrado mucho, ya dijo Niztche: llega a ser quien eres.
No perdéis mordiente en las piezas más cercanas al garage punk, léase <<La polilla>> o <<Acidez>>, pero comenta la hoja de promo que vuestra experiencia norteamericana os ha marcado profundamente. ¿En qué aspectos?
En los últimos años antes de la pandemia estuve viajando con mucha frecuencia a Austin y Los Ángeles, también hice dos giras por Latinoamérica en 2018 y 2019, y el estar en contacto con gente diferente y que tiene las mismas inquietudes que tú te abre a más música y a más estilos y nuevas bandas. En una ciudad como Austin, que presume ser la capital mundial de la música, estás expuesto a muchos más estímulos que en Gijón en cuanto a música rock se refiere. Es como volver a tener 15 años, cuando el tiempo pasaba más despacio porque todo nos sorprendía constantemente.
A finales de los años 90 publicasteis un disco titulado Viviendo del Cuento. ¿Eso se ha acabado? ¿Toca estrujarse las neuronas para seguir existiendo?
La vida nunca da tregua, toca estrujarse neuronas para encontrarle un sentido, una explicación a todo este sinsentido que es la vida. Los tiempos de viviendo del cuento están ya muy lejos, éramos otra banda, pero hay algo de la esencia que no ha cambiado y por eso se mantiene el nombre del grupo, aunque cambien sus miembros, la actitud a la hora de encontrar las canciones y a la hora de plantear un concierto. Si acaso los textos por momentos son más introspectivos, pero la energía en las canciones es la misma. Se puede tener una actitud festiva y a la vez reflexiva, en la vida hay momentos para todo. También va con el carácter, hay quien prefiere vivir del cuento y hay quien prefiere trabajar y asumir nuevos retos.
Por cierto, ¿quiénes son tus compañeros de fatigas actuales? Eres el único miembro fundador que se mantiene en la formación…
Solo quedo yo de los originales desde 2001, pero con los miembros originales sigo tocando y grabando discos bajo el nombre de Las Munjitas del Fuzz. En esta etapa ha vuelto a haber cambios de formación, parte del problema es que estos últimos años yo estuve un poco alejado del proyecto y Pibli fue montando otros proyectos y existía un conflicto de fechas de conciertos. Yo ahora necesito disponibilidad total para presentar el disco en una gira y tuve que ir hasta Madrid para encontrar un batería que entendiera la esencia del grupo, y que me diera prioridad, ahí encontré a Conrado Martín con el que tengo cosas en común musicalmente. Al organizar los ensayos en Madrid hubo que buscar un bajista y Conrado me propuso a Dani, que también había estado en Cooper con él. Y con ellos dos empecé a ensayar con la idea de incorporar a César Crespo más adelante, cuando el grupo funcionara bien como trío. A los dos meses entró César, cuando ya las canciones empezaban a sonar.
En <<Apego evitativo>> cantas que eres un peligro para tí mismo… ¿no te has calmado con los años? ¿Sigues teniendo ganas de matar a los tunos que se crucen por tu camino?
Todos somos un peligro para nosotros mismos. La gente fuma, bebe alcohol, toma drogas, tiene baja autoestima y cae en depresión. Y todo eso se lo provocan ellos solitos, cada día la gente se levanta dispuesta a pegarse un tiro en sus genitales, hay quien toma pésimas decisiones, incluso suicidas… así que todo el mundo tiene su pedrada y todo el mundo es un peligro para sí mismo y para los demás. Nadie está a salvo de la estupidez humana, de la propia y de la ajena. La más peligrosa es la propia, yo solo soy un gilipollas más en esta comunidad de gilipollas en la que, de vez en cuando, hay alguien majo y honesto: unicornios. Cuidémosles y procuremos ser honestos con nosotros mismos. Y a veces la tuna puede ser algo insoportable. Pero hay tunos y tunos…
Texto: Alfred Crespo
Fotos: Sergi Albert
22 de noviembre: Castellón, 60’s Rock Weekend
29 de noviembre: Valencia, 16 Toneladas
30 de noviembre: Madrid, Teatro Eslava. JOY ESLAVA
6 de diciembre: León, Purple Weekend
20 de diciembre: Barcelona, Upload
26 de diciembre: Gijón, Acapulco