Amann & The Wayward Sons firmaron uno de los mejores discos de 2024, When The Day Goes Slow. Han sido unos cuantos meses actuando sin parar, pero la gira llega a su fin el 23 de noviembre en la sala Clamores de Madrid. Es el momento de hacer balance con Pablo Amann, cantante, guitarrista y principal compositor, además de recomendaros que escuchéis su disco, ¡por supuesto!
Ya han pasado unos meses desde el lanzamiento de vuestro cuarto trabajo de estudio. ¿Finalmente qué tal os ha resultado, a nivel comercial, sacar el disco en formato físico unas semanas antes que en las plataformas?
Sobre todo era un gesto con toda la gente que nos apoyó en la campaña de crowdfunding y que financiaron una gran parte del álbum, así que debían ser los primeros en escucharlo. La verdad es que además el disco se ha vendido mucho a lo largo del año, especialmente en los conciertos de la gira y ya estamos preparando una segunda edición.
Hablando de conciertos, cerráis en breve la gira de presentación, ¿qué tal os ha ido?
Si, la cerramos por todo lo alto y será una noche muy especial, pues ha sido un año increíble para nosotros. Hemos recorrido más de 12.000 km, desde Inglaterra hasta Ceuta, presentando When The Day Goes Slow y hemos flipado con la reacción y el calor del público.
¿Alguna sorpresa o algo destacable?
La sorpresa quizá haya sido llenar salas en sitios donde nunca habíamos estado, ver gente que no conoces haciendo cola en la calle… Ahí compruebas que algo ha hecho click. Porque subirse a un escenario al final es transmitir con feeling y buen rollo: la música que te brota de dentro, de las entrañas, sin trampa ni cartón. Creo que somos eso y el público lo nota.
¿Qué tal con esta nueva formación y el teclado de Israel?
Era la puesta de largo de un nuevo formato, pasando –con la incorporación de Isra– a cuarteto: una sola guitarra, teclas, bajo y batería. Los cambios siempre generan expectación, sobre todo en los que los hacemos (risas), pero nosotros ya llevábamos trabajando con él un año entero y habíamos grabado un disco. Ya sabíamos la onda que habíamos generado entre nosotros.
¿Qué tal os fue finalmente en Inglaterra?
¡Inolvidable! Podríamos decir que fue la prueba del algodón (risas). Después de comerte todos esos kilómetros en la furgo para llegar a Londres –a tu primer bolo en Inglaterra y nada menos que en el Dublin Castle en Camden– te reconozco que pensé “¿¡pero qué coño hago yo aquí!?”. Han pisado ese escenario artistas como Amy Winehouse, Madness, Oasis… Es como cuando estás montado, ya sin remedio, en la montaña rusa y empiezas a sentir el vértigo con ese cla cla cla de la primera subida. Pero fue marcar cuatro, arrancar y se disiparon todas las dudas: el público increíble, conectadísimo, generoso, entregándose más y más hasta corear el nombre de la banda. Fue una noche inolvidable que marcó un antes y un después. ¡Ah! Y no sabes lo que mola que te entiendan lo que cantas (risas)…
Pues habrá que repetir…
Sí, esa puerta ya está abierta y de hecho estamos trabajando en una nueva gira para el verano de 2025 con fechas ya cerradas en Inglaterra y Escocia.
Me dejó muy loco que Brasil fuera el país donde más se os escuchaba con diferencia. ¿Os vais a plantear finalmente cruzar el charco?
¡Así es! (risas) Y el segundo es EE.UU. Pero también México y Argentina son muy importantes para nosotros, así que definitivamente cruzar el charco es un objetivo lógico para la banda. Pero eso son palabras mayores teniendo en cuenta que el nuestro es un proyecto independiente y tenemos que planificarlo muy bien. Hará falta contar con apoyos allí. Quizá para el 2026 pudiera ser posible.
No sé si sois de los que os da tiempo a componer durante las giras.
Sí, el impulso creativo no para y de hecho tenemos ya material nuevo para ir al estudio cuando acabe la gira.
¿Habéis testado alguno de esos nuevos temas a vuestros seguidores?
Esas canciones aún están en proceso de maduración y las presentaremos el año que viene. En este tour nos hemos centrado en el nuevo disco y, por supuesto, en los álbumes anteriores algunos. Algunas canciones han experimentado una transformación importante.
¿Qué toca ahora: descansar o sois de los que en realidad nunca descansáis y vais a seguir dando algunos bolos sueltos y seguir sacando canciones sin parar?
¡Ya descansaremos en el cementerio! (risas) Nada, el tren para poco. Ya tenemos material que habrá que pulir antes de entrar al estudio a principios de año. La gira comenzará a finales de enero. Tenemos bastantes fechas ya cerradas –tanto en España y Gran Bretaña– que pronto iremos anunciando.
¿Tú eres de los que llegan al estudio con los temas muy trabajados o de los que sólo llevas un riff o una melodía y los trabajas con la banda?
Soy más bien de los primeros. Necesito plasmar antes en mi estudio los temas con una preproducción que plantee lo mejor posible lo que suena en mi cabeza. A partir de ahí trabajamos en dos direcciones: una con el productor, Emi Bares, y otra en el local de ensayo con las aportaciones de cada miembro de la banda. Es un proceso largo, en el que las canciones se van cociendo a fuego lento.
Sé que te gusta la fusión de Gary Clark Jr y Fantastic Negrito. Además, cuando hablamos la última vez me dijiste que te te había gustado mucho lo nuevo de Marcus King, ¿te ves lanzándote a la experimentación a lo loco?
Me interesa muchísimo lo nuevo, lo que está por venir, porque la música se mueve y avanza constantemente. Soy de los que creen que la mejor canción no está escrita todavía y que el mejor guitarrista no ha nacido. Así que odio las listas de las mejores canciones, de los mejores guitarristas y toda esa mierda. Por eso escucho todo lo que puedo de lo que se mueve en el panorama musical, especialmente blues, blues rock, soul, roots rock… Y me interesan mucho los músicos más jóvenes. Marcus King es un veinteañero del que los veteranos tenemos mucho que aprender. Y podría seguir con Gary Clark Jr, Kingfish, Fantastic Negrito, Tyler Bryant, Larkin Poe… Eso me impulsa a probar constantemente cosas nuevas que actualicen la esencia del blues rock. Y no lo hago desde una óptica comercial, sino realmente por necesidad de moverme hacia adelante.
Para los que no os han visto todavía en directo, ¿hacéis sólo temas propios o añadís algunas versiones? En caso afirmativo, ¿cuáles y por qué?
En nuestros conciertos siempre metemos, a modo de tributo, un par de versiones de esos músicos que nos inspiran. No quiero hacer spoilers, pero el que se acerque a Clamores el 23 de noviembre escuchará algún tema de esos monstruos de la música que he nombrado antes. Eso sí, ¡bajo la visión de los hijos descarriados!
Texto: J.F. León
