Prácticamente todo el mundo conoce a Vinnie Vincent de su corta pero prolífica etapa en Kiss. Es un hecho demostrado, que el guitarrista rescató a la banda neoyorquina del estado de letargo en el que se encontraban, tras sus últimos fracasos comerciales y la inminente ruptura con Ace Frehley que estaba a punto de producirse.
No fue solo su talento como músico, también fue su agudeza como compositor la que impulsó de nuevo una carrera, que parecía abocada irremediablemente al caos más absoluto o a la separación. En solo tres años, los erráticos experimentos sonoros, el decreciente interés de la audiencia, y el haber perdido a dos de sus miembros originales, parecía que era una losa demasiado pesada, para que Paul Stanley y Gene Simmons, pudieran reconducir una situación tan complicada, pero apareció Vincent y algunas cosas volvieron a su sitio.
Y la vuelta al hard rock poderoso de sus raíces fue una de ellas. Aunque sea el rostro de Frehley el que aparezca en la portada de Creatures Of The Night (Casablanca, 1982), fue Cusano (todavía no había sido rebautizado como Vinnie Vincent) y su Jackson Charvel, los que renovaron y endurecieron el sonido del grupo grabando uno de los álbumes más potentes de toda la carrera de Kiss. Cuando apareció Lick It Up (Mercury, 1983), ya con la banda sin maquillaje y con Vinnie Vincent como miembro a pleno derecho, se volvió a demostrar que su técnica guitarrística y su inteligencia como compositor, habían sido cruciales para el resurgir de una banda a la que todavía le quedaban muchas páginas por escribir. El final de esta asociación por polémico y abrupto, también daría mucho que hablar pero eso ya es otra historia.
Sin embargo, antes de que toda esa historia sucediera, nuestro hombre fue protagonista de un proyecto que podía haber llegado lejos, y se truncó precisamente cuando Vincent recibió la llamada de Gene Simmons para unirse a Kiss. New England fue una exquisita banda con base en Boston que acababa de perder a su guitarrista, John Fannon, quedando en una situación bastante delicada. Fannon no solo era el guitarra, también era compositor y ejercía labores de arreglista por lo que su influencia era básica en el sonido del grupo. Tras su marcha, el resto de la banda decidió intentar seguir adelante con alguna reticencia que sin embargo, quedaron reducidas a cenizas cuando escucharon las cintas mandadas por un tal Vincent Cusano.
Fue tal la impresión causada por aquel material, que el grupo aceptó trasladarse a Los Ángeles para comenzar a trabajar con aquel sorprendente músico. Si la banda no tenía demasiado claro seguir adelante sin la participación de su hasta entonces líder, ahora se sentían con fuerza e ilusión renovada. Como se suele decir, el resto es historia. Jimmy Waldo, Hirsh Gardner y Gary Shea comenzaron a componer con Cusano, cambiándose el nombre y proyectando un álbum en el que la discográfica CBS, iba a estar involucrada en su financiación y lanzamiento. Warrior (no confundir con la formación de Joe Floyd del mismo nombre) habían nacido con muchas expectativas de éxito, que como ya hemos comentado, se vinieron abajo cuando el guitarrista aceptó sustituir de manera definitiva a Ace Frehley en el seno de Kiss. Tras el fiasco, Waldo y Shea, se unieron a Graham Bonnet, ex cantante de Rainbow y Michael Schenker Group, en un nuevo proyecto llamado Alcatrazz, donde también contaban con una joven y emergente estrella de las seis cuerdas llamada Yngwie Malmsteen.
Lo que aquí se nos presenta en su mayoría, es todo ese material de la banda que ya había salido a la luz en distintas ediciones, más unos cuantos añadidos muy jugosos de los archivos personales de Gary Shea y Jimmy Waldo en forma de demos, ensayos y versiones nunca antes editadas de composiciones, que finalmente acabaron en algunos de los proyectos posteriores del guitarrista de la cruz egipcia en el rostro. Tanto Paul Stanley como Jimmy Waldo, han enfatizado en más de una ocasión que Vinnie Vincent, es uno de los talentos más grandes con los que han podido trabajar, y escuchando todo este material de un tirón, de una manera tan cruda y primitiva, está claro que no exageran un ápice. Hay muchas y grandes ideas aquí, y si eres seguidor de toda la saga surgida a través del nombre de Kiss, te esperan sorpresas muy curiosas.
Escuchar la demo de «Boyz Gonna Rock» es sorprendente cuando te das cuenta, que Vinnie utilizó el poderoso riff inicial para el tema que grabó posteriormente en el debut de Vinnie Vincent Invasion, mientras que la melodía vocal fue usada para la canción «And On The 8Th Day» incluida en el álbum Lick It Up de Kiss. Y como esta, hay unas cuantas sorpresas más. Lo que iba a ser uno de los singles de Warrior acabo fraccionada para alimentar posteriores proyectos del protagonista. Si nunca has accedido a este material anteriormente, no esperes aquí los solos últra desfasados con los que nuestro hombre apabullaría a su audiencia en el futuro, ni tampoco un repertorio trabajado y bien producido. El sonido es bueno, pero lo que aquí se nos ofrece son bocetos, ideas preliminares, versiones alternativas y ensayos primigenios donde nos encontramos con interesantes tomas donde Mark Slaughter o Fergie Frederiksen ya intentaban dejar su impronta en unas canciones donde eso sí, Vinnie Vincent era el total protagonista.
Teniendo todo este material reunido en este triple cd, podemos decir que se trata de un cofre de gran valor histórico, para poder disfrutar de cómo se gestaron y se trabajaron pequeñas joyas de aquella época, muchas de las cuales, nunca vieron la luz. Personalmente, cuando escucho cosas tan deliciosas como «It Ain´t Pretty… Being Easy», «Baby Oh Why» o «Hot Nights», pienso en todo lo bueno que podíamos haber esperado de un proyecto como este. Pero no nos quejemos cuando los protagonistas nos obsequiaron en el futuro, con súper clásicos como Creatures Of The Night, Lick It Up, No Parole From Rock´n´roll o Disturbing The Peace.
Texto: Andrés Martínez