Nuevo álbum de los portugueses Beautify Junkyards, practicantes de eso que se conoce como hauntología pop. Un sonido retro que reimagina la potencialidad de las líneas de fuga que generaron psicodelia y proto electrónica a partir de mediados de la década del S.XX, revistiendolos y adquiriendo una extraña pátina atemporal, que se debe a dos factores.
El bucle eterno de revival y la parálisis de la industria pop sumida en busca de la ganancia en corto perpetua. Su sonido por lo tanto debe mucho de las enseñanzas de Broadcast más folkies. En Nova vienen santiguados por las colaboraciones de Paul Weller en «Sister Moon”, cuyo inicio parece una cita a Piece Of Mind de Roger Bunn de 1969, y Dorothy Moskowitz de United States Of America en “Turn The Tide”.
Aunque a priori parezca escarpada su propuesta, es todo lo contrario, puede gustar a cualquiera, y es ahí donde Beautify Junkyards han ido creciendo. Su reivindicación del rincón de los empollones de los discos raros, que jamás ha confundido lo popular con populachero, sus armonías folk celestiales rodeadas de un manto de utópicos sonidos que proponían un futuro iluminado por las posibilidades tecnológicas, y que existe temporalmente entre los surcos de Nova.
Texto: Iván López Navarro