Soy un fan absoluto de la música de Rory Gallagher, suelo escuchar sus discos a menudo y, pese a que me los sé prácticamente de memoria, siempre encuentro algún detalle que me hace levantar la ceja y pensar… ¡Qué cabronazo! Pocos blanquitos, solo unos pocos escogidos, han tocado el blues de la manera en que lo hizo él. Un músico arraigado a su tierra, que no cambio nunca su manera de hacer las cosas y que mantuvo la pasión y el amor por la música hasta el último de sus días. Ver fechas de gira en el cartel al final de la entrevista.
Gerry McAvoy estuvo a su lado durante gran parte de su carrera, bajista icónico y mano derecha de Rory durante dos décadas. Así que nadie mejor que él para celebrar su legado al frente de Band Of Friends. Formación dedicada a interpretar las canciones de Rory allá donde les llamen. Su nueva visita por estas tierras a principios del año que viene, con Brendan O’Neill, Davy Knowles y David Cowan en la alineación, dio pie a mantener esta conversación con el músico de Belfast.
¿Por qué decidiste formar Band Of Friends y recordar el legado musical de Rory? ¿Por qué crees que ese legado sigue siendo tan importante hoy en día? No solo a nivel musical, sino también a nivel humano…
Dejé a Rory en marzo de 1991. Mi último concierto con Rory fue el sábado de Pascua en Nueva York. Fue una decisión muy difícil de tomar en ese momento, pero necesitaba probar algo nuevo. Después de Rory, me uní a Nine Below Zero desde 1991 hasta 2011. Me mudé a Francia alrededor de 2007. Toda mi colección de vinilos había estado guardada en un almacén durante unos años, al mudarme, pude volver a todos mis discos, entre los que se encontraban todos los álbumes de Rory Gallagher en los que había tocado. No había escuchado las canciones durante varios años, y me sorprendió lo buenas que eran. Rory no solo era un guitarrista y cantante fantástico, sino que también era un gran compositor. En ese momento sentí que estas canciones deberían ser tocadas en vivo por la gente adecuada.
Hay muchos grupos tributo que tocan las canciones de Rory, pero quería definirla de manera diferente. Por suerte, Ted McKenna (baterista de Rory Gallagher entre 1978 y 1981) estaba disponible y, a principios de 2005, conocí y toqué con un joven guitarrista de Ámsterdam, Marcel Scherpenzeel. Eso fue todo, la semilla estaba plantada, dejé Nine Below Zero en 2011 y me llevé a Band Of Friends de gira. Creo que, a lo largo de los años desde que Rory falleció, ha habido un grito de guerra de jóvenes músicos que han descubierto a Rory. Con la ayuda de mí mismo, de Band Of Friends, el hermano de Rory, Donal, y su sobrino Daniel, el legado continuará.
Os he visto en directo un par de veces, tocando un repertorio ligeramente diferente en ambas ocasiones. ¿Cómo escogéis las canciones que tocáis en cada gira? ¿Hay alguna que no os podáis dejar?
No tenemos una lista de canciones para cada concierto. Siempre están las favoritas que los fans quieren escuchar: «Tattoo’d Lady», «A Million Miles Away», «Bad Penny» o «Bullfrog Blues», por citar solo algunas. Pero a veces me gusta incluir algunas de las canciones menos conocidas como «Lonely Mile», «Keychain» o «Heavens Gate» por ejemplo.
Si tuvieras que elegir tus grabaciones favoritas de las que que hiciste con Rory… ¿Cuáles serían tus canciones favoritas? ¿Y qué disco al que tienes más cariño?
Es muy difícil elegir una canción o un álbum en particular. Me gustan algunas de las primeras grabaciones, como Deuce, hecho en un pequeño estudio en el este de Londres. Estábamos de gira al mismo tiempo que grabábamos. Si el lugar estaba cerca de Londres, terminábamos el concierto y saltábamos a un coche y nos dirigíamos al estudio. A Rory le gustaba hacer esto porque todavía tenías la adrenalina a tope, así que podíamos grabar esa energía pura. También me encantan los álbumes con Ted McKenna a la batería, Photofinish, Top Priority. Ted era un baterista increíble y lo echamos mucho de menos.
Hablando de Ted, he leído que tras su muerte en 2019 pensaste en desmantelar Band Of Friends… ¿Qué te hizo decidir continuar?
Sí, es así, después de que Ted falleciera, no sabía si quería continuar. Hice públicas estas dudas en nuestras redes sociales y la respuesta fue tan abrumadora que no pude hacer otra cosa. La gente me pidió que continuara, así que aquí estoy.
Tengo entendido que empezaste como guitarrista y has acabado siendo un bajista de referencia. ¿Cómo sucedió? ¿Qué bajistas te han influenciado?
Empecé a tocar la guitarra cuando tenía unos 14 años. Y me uní a una banda formada por un antiguo compañero de la escuela, Brendan O’Neill, que también toco con Rory entre 1981 y 1991.
Estudiamos en la misma escuela en Belfast, y Brendan había conocido a algunos chicos con ideas afines que querían formar una banda. Lo hicimos, la banda se llamó Pride. Dos guitarras, bajo, batería y un vocalista. Nuestro bajista era un aprendiz de carnicero . Aparecía en los ensayos con cortes en todos los dedos y, al final de los ensayos, la guitarra estaba cubierta de sangre (Risas). Obviamente, no podía seguir, así que el líder de nuestra banda me dio un ultimátum: “McAvoy, eres nuestro nuevo bajista”. Eso fue todo. (Risas)
Primero escuchaba a Paul McCartney, su forma de tocar era muy melódica. Más tarde comencé a escuchar a Jack Bruce, Jaco Pastorius, grandes músicos. Luego, cuando dejé Nine Below Zero, y volví a mis discos de Tamla Motown, redescubrí a James Jamerson. Él tocaba usando solo un dedo (The Hook), así que comencé a tocar con un dedo, en alabanza del gran hombre.
¿Qué te parecen todas estas reediciones y discos en directo que están sacando de Rory? ¿Tienes alguna participación en ellos?
Daniel Gallagher (sobrino de Rory), trabaja para Universal Records, así que me envía todas las reediciones. Creo que las reediciones más recientes están a un mejor nivel que las anteriores. Mi participación consiste en ayudar con las notas de texto interiores.
El equipo de Rory acaba de ser subastado. Guitarras, amplificadores, cajas de gira… ¿Qué opinas al respecto?
Tuvimos la suerte de poder ver la subasta después de la prueba de sonido en algún lugar de Alemania. Fue una experiencia muy emocionante. Al final, me alegré mucho de que la vieja Stratocaster volviera a Irlanda.
Llevas cincuenta años en el negocio. ¿Cómo valoras todos estos años? ¿Ha merecido la pena?
Más de 50 años, en realidad (Risas). Ni siquiera podría empezar a hacer un balance de todos esos años. Definitivamente, ha valido la pena; no habría cambiado nada, ni bueno ni malo.
Has publicado dos álbumes en solitario, Bassics (1980) y Can’t Win’Em All en 2010. ¿Piensas repetirlo?
Sí, señor, dos álbumes en solitario. En su momento me pareció adecuado. Creo que la música popular está cambiando en este momento, pero, lamentablemente, no para mejor. No creo que volvamos a ver ni a escuchar a otro John Lennon o a un Bob Dylan. Espero estar equivocado. Por el momento, creo que lo mejor es seguir grabando tanto como sea posible. Con los miembros de Band Of Friends, todos seguimos grabando. El año que viene esperamos tener un nuevo álbum junto a Brendan O’Neill y Davy Knowles.
Leí tu libro autobiográfico, Riding Shotgun: 35 Years on the Road with Rory Gallagher and Nine Below Zero. ¿Por qué decidiste hacerlo? ¿Sentías la necesidad de contar tu historia?
Era el momento adecuado para escribir mi historia. Con la ayuda de un amigo periodista, Peter Chrisp, trabajamos intensamente durante un año y publicamos el libro. Recuerdo haber tenido conversaciones con mi abuelo Daniel McAvoy, que era un hombre muy interesante. De muy pequeño vio cómo el Titanic se hacía a la mar desde el puerto de Belfast, donde se construyó. Fue un luchador por la libertad en los años 30. Se convirtió en detective privado en los años 50. Su historia nunca se contó y cuando falleció todo quedó en el olvido. No quería que me pasara lo mismo. Escribí esto para mis hijos.
Para terminar… Después de tantos años en el negocio de la música… ¿Cuáles crees que son los principales cambios que se han producido? Parece que ahora todo es muy diferente…
Me temo que, como te comentaba antes, la música que amaba y con la que crecí está desapareciendo. Ha habido muchos cambios en la música en los últimos 50 años, algunos para mejor y otros no tanto. Me aferro a la idea de que quizás hay un Elvis Presley en ciernes, esperando a ser descubierto…
Manel Celeiro