Hay grupos que consiguen su status a base de tocar y ampliar su base de seguidores currándoselo, aquí, allá, ofreciendo shows sudorosos, entregados y con un punto alto de calidad. Por Bizkaia hay unos cuantos y en cada estilo siempre hay un faro en el que fijarse. Y por suerte nos vienen a la mente no pocos nombres. La intensidad Punk de Porco Bravo, el peligro que emana de The Wizards y, por supuesto, la clase de Los Brazos, por citar a tres.
Y estos últimos cerraban su periplo de presentación de “Universal”, su último trabajo, en un Antzoki que no estuvo a rebosar como en ocasiones pretéritas. Recordamos a comienzos de enero de 2023 un show, precisamente de presentación de este trabajo, en el que no cabía nadie más y el público se entregó al máximo en una exhibición de rockerío del trío ante una parroquia encantada. Esta vez hubo menos público (incluso del esperado) pero presto y dispuesto a sentir esa magia convertida en decibelios, notas y letras de William, Txemi y “Koki” (que ya se sentó frente a su batería en el bolo de los Flying Rebollos en Bolueta no hacía ni una semana).
Y si en enero de 2023 sudaron durante hora y cincuenta minutos, esta vez fueron seis menos, el tiempo da igual, pero el concierto de este viernes fue diferente, quizás podríamos hablar de dos conciertos en uno. La primera parte, con temas más “calmados” (excepcionalmente desarrollados, por cierto), y la segunda quizás con el grupo un poco más On Fire. El movimiento bamboleante de William y Txemi (faltaban las barbas para ser émulos de ZZ Top, el sonido lo tienen por momentos, ojo) era contagioso, con un “Your game” musculoso, directo y acelerado, directo sin concesiones. Porque sí que hubo momentos de Blues más pesado, reflexivos, con esas canciones que salen de un corazón a veces doliente, a veces esperanzado.
“What you left behind”, la baladita del disco, junto con otros temas como “The Rain” (comentaron que esa es la primera canción en sonar en una radio nacional, con la consiguiente sorpresa), o “Juice” bajaron un poco esas ganas de botar y saltar, pero en un concierto hay momentos para todo tipo de actitud y sentimiento respecto a lo que está escuchando.
Siguiendo con esas reflexiones del corazón (ya se sabe que cuando te dejan hay un dolor profundo, pero a veces es mejor no tomárselo muy personalmente) llegaba “(Don´t take it) Personally”, y nada mejor para espantar el mal de amores que el movimiento bailongo. Si no puedo bailar con mi pareja, saltaré en solitario con el Rockabilly de “Say my name”. Tirando de batidora de estilos (Rock´n´Roll, Boogie, Blues…) ya tenían comiendo de la palma de su mano a su Fan Army, que no es poca, para acabar su actuación con dos temazos como “Let me go”, (centrado en algo tan horrible como la enfermedad ELA) y “Not my kind”, con el Antzoki botando, coreando y enfebrecido ante la descarga de buen Rock´n´Roll, del mejor que se factura por estos lares, y eso nadie lo discute.
Texto: Michel Ramone
Fotos: Dena Flows