La escena más oscura y disruptiva de nuestro país puede respirar tranquila: hay cantera y con nivel. Y es que solo podemos acercarnos con este tipo de optimismo a la escucha del prometedor debut de los madrileños New Wave Kill tras haber sucumbido a los sugerentes sencillos que los mismos han ido ofreciéndonos a lo largo de estos dos últimos años. Tiempo que le ha valido a la banda para conquistar varias tablas de renombre patrio (entre ellas, las del Mad Cool Festival) y consagrarse como una de las joyas al alza en el underground nacional.
Pese a estar hablando de una trayectoria de vuelo corto y de un proyecto primerizo, «Stitches For The Soul» (Esmerarte, 2024) muestra con objetividad las incuestionables razones por las que podemos garantizar que Felipe Vein (voz), Iulia Richea (teclados), Víctor Ferrero (batería), Jake Feijó (guitarrista) y Nico Aguirre (bajo) han venido para quedarse. Honestidad sin tapujos, influencias con solera y una irresistible solemnidad que convencerán a los amantes del post-punk y el rock gótico más larvado desde la primera escucha. Su líder y vocalista, Felipe Vein, se encarga de corroborar nuestras sospechas con sus respuestas a lo largo de este cuestionario.
«Stitches For The Soul» nos llega dos años después de comenzar a escucharos de forma oficial. ¿En qué momento os veis capacitados como grupo para afrontar el debut en formato largo?
Cuando llevábamos apenas dos o tres conciertos a nuestras espaldas y unas diez o doce canciones compuestas empezamos a darnos cuenta de que quizás podíamos ser capaces de enfrentarnos a la tarea de hacer un álbum como tal. Desde ese momento todo empezó a evolucionar a gran velocidad en nuestras vidas, tanto en lo personal como en lo musical. Por supuesto, muchas de las canciones que ahora se encuentran en este disco fueron elaboradas expresamente durante el proceso de pre-producción del mismo, pero otros temas que también forman parte de nuestro debut comenzaron ya a coger tono incluso a lo largo de nuestros primeros pasos como banda.
Con vuestros primeros temas cosechasteis una gran acogida. De hecho, vuestro paso por el Mad Cool me consta que fue apoteósico.
Llegar a la final del Mad Cool Talent, teniendo tan solo tres canciones en nuestro repertorio, fue una gran oportunidad para exponer nuestra música y darnos a conocer como banda. Disfrutamos mucho de todo el proceso hasta llegar allí y fue un absoluto reto para nosotros el subirnos a ese escenario y defender nuestra propuesta ante tanta gente. Y la acogida, como dices, no pudo ser mejor. Ver a toda esa gente gritando ¨Born without name¨ cuando tocábamos «Between Shadows» fue un subidón tremendo que nos impulsó a querer afrontar con muchas más ganas y confianza el resto de retos posteriores que hemos ido encarando. Como por ejemplo, el de tocar en nuestro primer macrofestival, el O Son do Camiño, donde estuvimos abriendo la jornada del sábado.
Precisamente por ese buen recibimiento previo, ¿había cierta presión a la hora de elaborar este disco?
Para nosotros nunca ha habido presiones de ningún tipo en lo que a la música se refiere. Aunque es cierto que nosotros mismos seamos normalmente los mayores críticos de nuestro propio sonido y esta ha sido nuestra primera vez grabando un disco, la verdad es que en todo momento ha prevalecido el hecho de estar disfrutando la experiencia, convencidos de estar viviendo una oportunidad única. Hubo momentos duros a la hora de interpretar ciertas canciones que requerían de mucha emoción, pero ante todo fue un aprendizaje que nunca olvidaremos.
«Quemar» es vuestro primer tema en castellano. ¿Cómo ha sido para vosotros el probaros cantando en vuestra lengua?
La verdad es que hacer una canción en español ha sido todo un reto para nosotros. Se nos planteó la idea y quisimos probar. Muchos de nuestros seguidores nos lo habían pedido desde hacía un tiempo y de alguna forma vimos con «Quemar» la oportunidad perfecta para lanzarnos a ello. Afrontamos esta canción con una perspectiva diferente a la habitual, incluso otros miembros de la banda participaron en la elaboración de la letra. Hay un pequeño verso oculto en el estribillo que hace de coro para la voz principal y cuya letra está inspirada en la historia real de una persona muy cercana para nosotros.
¿Creéis que tendríais más alcance si cantarais en español más a menudo?
Sinceramente, todavía no ha pasado el tiempo suficiente como para valorarlo y en el tiempo que lleva el tema publicado, no hemos notado que esa sea la tendencia. Por ahora, la banda no tiene intención alguna de cambiar al castellano, si es lo que la gente se está preguntando. La realidad es que cuando compongo y escribo letras en inglés siento que soy mucho más sincero.
Sobre la escena nacional, ¿creéis que en España existe un cierto remilgo a entregarse estética y sonoramente a determinados géneros musicales “de nicho”?
Bueno, es innegable que nuestro tipo de música no es precisamente popular en España y tal vez esa sea la razón por la que muchos grupos comienzan haciendo un sonido más oscuro para luego terminar adaptándolo a algo que comercialmente funcione mejor. Pero no me malinterpretes, para mí eso no es algo necesariamente negativo. Hay que reconocer que tenemos en España muchas bandas que logran encontrar un equilibrio muy elegante entre el hecho de estar haciendo música de nicho sin sacar el pie del todo de una propuesta con tintes más populares.
Otro giro con respecto a vuestros primeros temas es que para este disco habéis contado con la supervisión externa de un productor, como es el caso del sueco Ola Ersfjord.
Estuvimos muchos meses pensando en quién podía ser el productor ideal que nos ayudara a encarar la elaboración de nuestro primer disco. Marta, la directora de nuestro sello, puso el nombre de Ola sobre la mesa y tan pronto como escuchamos las producciones en las que él había participado creímos que sin duda era la persona que mejor iba a entender nuestra propuesta. Y efectivamente, así fue. Durante la pre-producción del álbum, Ola fue clave. Abrió nuestra mente y nos enseñó muchas cosas que han terminado definiendo nuestro actual sonido. Además de poder contar con sintetizadores analógicos de alto nivel, como el Moog o el Mellotron, también nos ayudó en la experimentación con las percusiones y nos descubrió una buena lista de sonidos inesperados que terminaron formando parte del propio disco.
En vuestra propuesta, los videoclips parecen ser un recurso de apoyo imprescindible. Pese a ser una banda de corto recorrido, contáis con una imagen audiovisual muy cuidada. ¿Cómo de importante ha sido para vosotros desarrollar esta faceta en New Wave Kill?
Para nosotros, el contenido audiovisual es muy importante. A Iulia y a mí nos encanta el arte, el cine experimental y la fotografía, y disfrutamos mucho plasmando a través de nuestros videoclips todas esas influencias. Nos gusta pensar en ideas originales según la temática de la canción y crear una historia visual que apoye y subraye el valor de nuestra música. Dedicamos mucho tiempo a la búsqueda de localizaciones adecuadas, al desarrollo de guiones y planos y a la preparación de la producción. No lo ocultamos, es una parte de esta profesión que nos encanta cuidar.
Sobre el disco, huelga decir que está cargadísimo de emociones muy íntimas. ¿Puede ser que lo que comenzara siendo una idea desinteresada, como es montar una banda, se haya terminado convirtiendo en una forma muy particular de purgar ciertos demonios personales?
A través de este álbum he querido abrir una puerta que lleva directamente a mis experiencias más personales, acontecidas durante un capítulo de mi vida muy concreto que se resume hasta la actualidad. Para mí la música siempre fue más que un hobby, pero no sería hasta conocer a Iulia que terminé convencido de que esto era lo que realmente quería hacer. Ella me empujó a perseguir mi sueño y desde ese momento he hecho muchos sacrificios y he dejado muchas cosas atrás en favor de la música. Con la elaboración de este disco hemos aprendido que se necesita mucha preparación, mucho trabajo y mucho ensayo para lograr alcanzar los niveles de exigencia deseados. Hay que estar abierto a explorar nuevos sonidos, a enfrentarte a tus propios miedos y a querer superar incluso todo aquello que ya has conseguido.
¿Qué vida futura os gustaría darle a «Stitches For The Soul» a partir de ahora? ¡Se admite tirar la casa por la ventana y pensar a lo grande!
Nos encantaría poder tocar en muchos sitios y nos haría especialmente ilusión girar por Europa. Tenemos seguidores que nos contactan desde el extranjero preguntándonos que cuándo tocamos en sus respectivos países y la verdad es que para nosotros sería todo un sueño poder hacerlo. También hay muchos festivales que están en nuestra lista de deseos, claro. El Roadburn Festival, el Grauzone Festival, el Bilbao BBK Festival, el Cruel World Festival y muchos más. Pero lo que más nos importa en estos momentos es que la gente conecte de forma profunda con las canciones de este disco y que este llegue al máximo número de oídos posibles.
Texto: Fran González
Fotos: Raul Bateman