Jack White lanzó por sorpresa su nuevo álbum “No Name” y para presentarlo en directo, anuncia conciertos en salas o teatros de pequeño aforo tan solo unos días antes. A principios de semana, saltó la noticia de que iba a celebrar 3 shows en UK y para el primero de ellos en Londres, ya sea por suerte, alineación de astros o simplemente cosas del destino conseguí una entrada.
El Islinghton Assemby Hall (con una capacidad de unas 900 personas) está situado cerca del campo del Arsenal y fue el elegido para abrir la mini gira británica.
En un escenario austero y lleno de tonalidades azules, aparecen los músicos de la banda, tras ellos un Jack White desbocado enchufa su guitarra y anima al público a bailar bajo amenaza de ser arrestados por la policía quien no haga caso de sus indicaciones.
La banda suena potente y el sonido es atronador pero limpio. Las nuevas canciones como “Old Scratch Blues” encajan perfectamente en el repertorio. El estribillo de “That´s How I´m Feeling” lleva al público en volandas bajo la dirección de Jack.
El sonido guitarrero de Detroit y los riffs zeppelianos que salen de las guitarras de Jack se mezclan a la perfección alternando temas de su carrera en solitario con temas de los White Strippes como “Ball and Biscuit”.
Se acerca lo que parece ser el final del concierto y tras una pequeña improvisación suena la inevitable y legendaria “Seven Nation Army”, una versión larguísima coreada por el público inglés como si estuviesen en pleno partido de fútbol.
Un par de canciones más y sube un técnico de sonido al escenario para avisar a Jack de que está cerca el toque de queda de la sala y debe ir acabando el concierto. Haciendo caso omiso y tras decir por el micrófono que nadie le dice a él cuando se tiene que acabar el concierto, la batería y el bajo atacan las primeras notas de la maravillosa “Steady As She Goes” de los Racounteurs (otro de los muchos proyectos del señor White) la banda suena rabiosa y salvaje, Jack patea la batería y acaba el concierto totalmente desmontada y por los suelos.
Un concierto lleno de actitud y riffs sudorosos al que tuve la suerte de asistir gracias a Tom, el cual no conozco de nada y que tuvo la generosidad de pasarme el código para la preventa de las entradas.
Todavía queda gente buena y honesta en este mundo del rock!!.
Texto y fotos: Daniel García Femenía