Buen ambiente a las puertas del teatro Apollo, tipos con sombreros vaqueros y barbas pobladas ocupan las primeras filas, lucen orgullosos camisetas y chaquetas llenas de parches de sus bandas favoritas. Tras la muerte de su batería Brit Turner, los Blackberry Smoke decidieron seguir adelante con la banda y cada uno de sus conciertos es una celebración y un canto a la vida.
Para la gira europea Bones Owens es el encargado de abrir los conciertos, el trío de Nashville practica un rock de raíces que recuerda a los primeros discos de Black Keys. Una agradable sorpresa para empezar la noche. Cambio de escenario y turno para repostar cerveza en la barra del bar.
Se apagan las luces y suenan las primeras notas de “Live it Down” de su anterior trabajo “You Hear Georgia”. La banda va a saco y pone toda la carne en el asador enlazando uno tras otro clásicos como “Good One Comin´On”, “Pretty Little Lie” y “Waiting for the Thunder”.
Poco a poco van desgranando canciones de su último álbum “Be Right Here” del que llegan a sonar seis de los diez temas que lo componen. Los miembros de Blackberry Smoke respiran tradición sureña por cada uno de sus poros, suenan compactos y entre el público y ellos se crea una comunión perfecta. Las guitarras suenan cristalinas y son el acompañamiento perfecto a la de Charlie.
“Ain´t Got The Blues” suena maravillosamente bien, sumando instrumentos a medida que avanza la canción. Llega el turno de “One Horse Town” y el público la corea a pleno pulmón levantando sus cervezas a modo de brindis con la banda.Charlie puntea el principio de “Amazing Grace” con su guitarra y la fusiona con “Ain´t Much Left Of Me” y el “Mississippi Kid” de los eternos Lynyrd Skynyrd para acabar el concierto.
Se encienden las luces y la sonrisa y la resaca se dibujan en los rostros de la mayoría de asistentes.
Nos vemos en París vaqueros!!
Texto y fotos: Daniel García Femenía