Encuentros

Soccer Mommy, la necesidad de sentir como motor creativo

 

Foto: Zhamak Fullad

La inagotable artista lanza su cuarto álbum de estudio. Un álbum crudo y sincero donde Sophie Allison demuestra una madurez excepcional. Y solo tiene 26 años.

“Que la inspiración me pille trabajando”, dijo Picasso. Ese parece el mantra de Soccer Mommy. La música de Nashville lanza Evergreen, su álbum –dicho por ella misma- más íntimo. Una afirmación que resulta osada, si nos atenemos a que estamos frente  a una cantautora incapaz de no plasmar en canciones lo que se le pasa por la cabeza.

¿Cómo te sientes tras la grabación de este álbum y en qué ha sido distinto con respecto a tus álbumes anteriores?

Estoy realmente emocionada y nerviosa con este álbum. No es que con los anteriores no lo estuviera, pero con este siento algo especial, diferente. Honestamente, nunca sentí que mi anterior álbum fuera redondo porque creo que no llegue al aspecto profundamente personal que quería. En él me invadía la emoción de grabar en un estudio con un productor, pero en este he sentido de verdad que he llegado a la intimidad que quería. Evergreen es el primer álbum en el que me siento desnuda de verdad.

Evergreen es tu cuarto álbum de estudio, y creo que es tú trabajo más tranquilo y sosegado, donde predominan las guitarras acústicas y los sintetizadores. ¿Por qué decidiste hacer un álbum así?

Todo iba surgiendo conforme grababa las demos. Me imaginaba a una banda completa, pero nada de esos sonidos pesados que sonaban en mis anteriores trabajos. Jugué mucho con el Fluke y con un sintetizador  Juno que teníamos en el estudio y así se fue conformando el sonido del disco. Quería un sonido que se sintiera delicado y cercano, como muy presente. Y sí, creo que tener ese tipo de sonidos silenciosos, más inclinados hacia los sonidos de madera y los sonidos orgánicos que tienen esa calidad natural e imperfecta suena mucho más especial.

Una sensación que tengo con cada nuevo álbum tuyo es que cada vez aprecio a una artista más segura y madura con todo lo que hace. ¿Eres de las personas que pierde miedos o los gana con cada paso nuevo que da?

Te diría que ambas. Dependiendo de la semana, hay momentos en que tengo tanta confianza que siempre sé lo que quiero hacer, pero también están esos días en los que creo que no voy a gustar a la gente y tiendo a vacilar. Sin embargo, creo que nunca  pierdo de vista la visión personal que necesito para hacer las cosas como quiero.

Entonces esos días de miedo los utilizas como motor creativo, no te limitan en absoluto…

Generalmente quiero escribir sobre cosas con las que siento que estoy luchando, o simplemente cosas que me hacen sentir algo. Hay veces en las que escribo sobre algo específico pero añado fragmentos de otras historias que creo captan la misma sensación. No siento ese pánico o esa incomodidad por hablar de algo hasta que realmente adquiere forma y sé que ya va a salir al mundo.  Pero el proceso de escritura es solo para mí, y si a mí no me gusta, no me veo en la obligación de compartirlo con nadie.

Es curioso esto que dices, porque te leí en una entrevista afirmando que no tratas a la música de una manera terapéutica.

Obviamente escribir tus pensamientos es, en cierto modo, terapéutico. Pero cuando digo que no es terapéutico me refiero a que no pretendo obtener algo de ello. No pretendo arreglar nada escribiendo canciones. Simplemente trato de poner palabras a sensaciones que tengo.

Eres una compositora que casi siempre escribe sobre situaciones que te suceden en tu propia vida. ¿Cómo identificas las situaciones que pueden convertirse en canciones potenciales y deshechas las que no lo son?

No creo que lo haga, la verdad. No me gusta guardar nada en mi cabeza porque creo que hay ciertas cosas que la memoria las transforma, ya sea para protegerse o para divertirse. Lo bueno de soltar todo lo que siento casi al momento son los pequeños detalles. Esas particularidades que recuerdas con exactitud y que son las que realmente conectan con el público, porque ellos también las sienten pero nunca se han parado a pensar sobre ellas.

¿Hay algo de lo que hayas querido escribir y, por alguna razón, nunca has podido?

Hmmm, nunca he escrito una canción de vampiros, y me encantaría hacerlo. Querría poder escribir música de terror, pero no es algo que me salga natural. Me encantaría que un día me llegara la inspiración de forma natural y escribir una especia de temática de terror, pero aún no he sido capaz de ello.

La interpretación que hiciste de “Lost” en el festival de Glastonbury fue maravillosa, y creo que lo fue porque tuvo esa emoción que tiene cualquier canción nueva que apenas se ha tocado en vivo. Corrígeme si me equivoco, pero creo que eres de ese tipo de artista que no puede poner la misma pasión en una canción que ya ha tocado mil veces.

Fue maravilloso. Ese momento en que acabo y, durante 3 o 4 segundos hasta que saludo al público, hubo un silencio total, es algo que pocas veces se consigue.  En cuanto a tu argumento, creo que, en cierto punto, tienes razón. Es inevitable que ese sentimiento tan íntimo que surge cuando escribes una canción se vaya perdiendo con el paso del tiempo. La emoción de un sentimiento se va diluyendo cuantas más veces lo expreses. Pero creo que cuando tocas música, si estás tocando una canción que es realmente personal y emocional para una multitud de personas, se trata más de conectar con cómo esa canción te haría sentir si la cantara otra persona. Hay que dejarse llevar y hacerlo de la forma más honesta que puedas porque nunca sabes qué tipo de conexión puedes estar creando con alguien del público. También sucede, y esto es la magia de la música, que en ocasiones logras descubrir unas emociones con las que no habías topado en el proceso de composición, y esa es una experiencia maravillosa. Lo más importante es dejar que una canción fluya de manera natural cuando la tocas, porque nunca sabes qué puede deparar ese momento

Para terminar, ¿con qué artista te gustaría compartir escenario?

Sin lugar a dudas, me encantaría con Radiohead. Creo que sería épico. Pero mi sueño, sabiendo que es algo utópico porque somos dos artistas totalmente distintas, sería con Charlie XCX. Sé que no tiene ningún sentido, pero bueno, nunca digas nunca…

Texto: Borja Morais

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