Es ley de vida. Los más grandes también se van, aunque su música sea eterna. A los 88 años nos dejaba Kris Kristofferson, en su casa de Hawaii, por causas todavía desconocidas. Una figura esencial, no solo para entender la aparición de un género como el country outlaw, sino también para que la música country diera valor a las letras, y la literatura se introdujera en esa música junto a los sombreros Stetson.
Kris será recordado por muchas cosas pero, sobre todo, por su fuerte personalidad, siempre indomable, y por canciones como «Sunday Morning Coming Down», «Me And Bobby McGee» o «Help Me Make It Through The Night» que en 1972 le hizo ser premiado con un Grammy. Ex piloto de helicópteros del ejército – una de sus grandes anécdotas cuenta que aterrizó en el jardín de Johnny Cash para enseñarle una canción – Kristofferson también desarrolló una interesante carrera como actor, participando por ejemplo, junto a Bob Dylan y James Coburn en Pat Garrett & Billy The Kid de Sam Peckinpah, interpretando justo el papel de Billy el Niño. HAsta Elvis versonionó su «For The Good Times». Ahora pueden hacerlo juntos. DEP.
EI