El quinto disco de los londinenses continúa la gloriosa senda iniciada con Hollow Heart (2022), su anterior elepé. Y, de nuevo, una canicular atmósfera hippie, mezcla exquisita de americana y amable psicodelia setentera, parece envolver cada una de sus canciones para arrastrarlas hacia un refinado y maravilloso country cósmico en el que, sin estridencia alguna, todo rezuma luminosidad. Desde la estupenda «Let Me Dream of You» con la que se abre el álbum, las baladas y los medios tiempos majestuosos se entrelazan con elegantísimas armonías vocales, una omnipresente pedal-steel, el aroma Byrds y esas guitarras inquietas que acunan y acompañan la voz suave de Richard Olson. La belleza alegre de «Happiness Is a Bird», el aire latin-jazz de «Silver Rings», el banjo de «No Way Spell» o el folk juguetón y casi infantil de «Raindrop in a Hurricane» son solo algunas pinceladas de este suculento manjar. Anuncian gira por nuestro país en septiembre. La cita es más que obligada.
Texto: Miguel Sáez Marín