La muerte lleva rondando a Mark Oliver Everett, musicalmente conocido como Mr. E, casi toda su vida. Por diversas causas, a lo largo de las últimas tres décadas ha enterrado a su hermana, a su padre, a su madre, a su tía y un miembro de su equipo en las giras. Este año le ha tocado a él enfrentarse a una operación a corazón abierto y, afortunadamente, el final ha sido feliz. Como si hubiese vuelto a nacer, ha llegado con un nuevo disco bajo el brazo: Eels Time!, un álbum mucho más suave y popero que el anterior. Hablamos con él sobre su estado de salud, este nuevo trabajo, los Beatles y otros muchos temas.
Lo primero de todo, ¿cómo te encuentras? ¿Va bien la recuperación?
Estoy totalmente recuperado, como nuevo. Puedo girar perfectamente, pero aún es un poco pronto para salir de nuevo.
Después de esta operación tan importante, y de todas las cosas que han ocurrido en los últimos años [fue padre en 2018], ¿has pensado en escribir la segunda parte de tus memorias, Cosas que los nietos deberían saber?
Sin duda han ocurrido suficientes cosas curiosas desde que escribí ese libro, pero el problema es que la mayoría de los personajes principales de mis memorias estaban muertos, por lo que podía hablar libremente sobre ellos sin temor a herir sus sentimientos; por el contrario, todos los que saldrían en esta segunda parte siguen vivos, así que estoy esperando a que se mueran.
No sé si sabías que la editorial que editó en España tu libro, Blackie Books, se creó expresamente para publicarlo. Desde entonces ya van por la 15ª edición.
¡No tenía ni idea! Hicieron un gran trabajo.
A lo largo de tu carrera has probado diferentes estilos musicales, tanto en estudio como en directo. ¿Cómo decides la evolución musical de Eels? ¿Es algo premeditado o improvisado?
Un poco de ambas cosas. Hay veces que dices “quiero sonar más rockero” pero otras simplemente ocurre. Generalmente es lo segundo. Después de Dasies of the Galaxy (2000), por ejemplo, no es que pensase en hacer un álbum mucho más duro y rockero que lo que habíamos hecho hasta entonces. Pero un día, ensayando para la gira, se me ocurrió el riff de ‘Souljacker Part. I’ (tararea), y así surgió de forma espontánea el comienzo del álbum. Después contacté con John Parish, le envié la canción y grabamos juntos. Pero no fue algo planeado, fue a partir de una chispa.
¿Cómo de importante son las críticas, tanto negativas como positivas, para ti? Generalmente son favorables, pero Pitchfork ha publicado varias negativas sobre algunos de tus trabajos anteriores.
A veces no sientan bien, pero una de las cosas buenas de llevar tanto tiempo en esto es que cada vez importan y duelen menos. Justo estaba leyendo un libro sobre como los Beatles grabaron el disco Abbey Road, e incluso ellos recibieron malas reseñas cuando lo publicaron. Siempre va a haber alguien a quien no le guste algo, es así como funciona el mundo. ¡Pero es increíble que incluso Abbey Road tuviese críticas tan negativas! Además, hay que tener en cuenta que las reseñas las escriben personas que han escuchado el disco una o dos veces y tienen una fecha de entrega. A veces necesitas cinco o diez años para saber si un álbum es bueno o no.
Veo que sigues teniendo a los Beatles muy presentes.
¡Es difícil escapar de ellos! (risas). Es increíble pensar lo que consiguieron sólo en unos siete años. Lo más loco de todos es que se separaron antes de cumplir los treinta.
Volviendo al disco, en la canción ‘And you run’ noto una fuerte influencia de los Beach Boys. ¿Es algo premeditado?
Mi amigo de la infancia Sean Coleman guarda muchas de mis demos antiguas en su casa, en Dublín. Me mandó una que me pareció terrible, porque de aquellas aún estaba desarrollándome como compositor. Pensé que me la enviaba para reírse de mí. Le dije que dejase de mandarme estas cosas, y él me dijo que creía que ahí había una buena canción. Un tiempo después me envió esta versión suya con un aire a The Beach Boys y The Who. “¡Joder! Tenías razón, nunca lo hubiese adivinado”. Así que la terminé, la canté y la puse en el disco.
¿Cómo decides cuando añadirle muchos arreglos a una canción, como ‘Let’s be Lucky’, o dejarla al desnudo como en ‘Waking Up’?
Es algo que varía en cada caso. Cada canción tiene sus necesidades, y generalmente son ellas las que te dicen por donde quieren ir.
Tu familia siempre ha sido un tema muy presente en muchas de tus canciones, especialmente en los primeros álbumes. Actualmente parece que es tu hijo quien más te inspira. ¿Es más fácil componer cuando es sobre algo que te hace feliz?
No creo que sea más fácil. De hecho, creo que es más difícil porque las canciones tristes son un salvavidas que realmente necesitas en ese momento, y en las felices es muy fácil caer en lo cursi. ‘I can’t believe it’s true’ es un pelín cursi para mi gusto. De hecho estuvo mucho tiempo fuera del disco, pero al final la incluí a ver si sonaba en bodas y bautizos.
¿Cuál es tu relación con tus canciones más famosas? ¿Sigues disfrutando al tocarlas o sólo las incluyes en los conciertos por los fans?
‘Novocaine for the Soul’ puede ser difícil en ocasiones porque llevo tocándola muchos años. Siempre pienso en quitarla de las giras para no acabar cansándome de ella, pero al final solemos encontrar una forma de reinventarla y vuelve a ser interesante y divertido.
¿Y con tu discografía? ¿Sueles escuchar tus discos?
No. Sólo cuando quiero aprender alguna canción antigua que hace tiempo que no toco. Últimamente hemos reeditado algunos de nuestros discos en vinilo, así que he tenido que escucharlos enteros para aprobar el mastering.
¿Hay alguno que sea tu favorito o que creas que está infravalorado?
Es curioso, porque todos me parecen infravalorados cuando se publican (risas). Cinco o diez años después ya no me lo parece, ves que la gente los aprecia.
¿Sigues renegando de tus dos primeros discos en solitario? Creo que hay grandes canciones en ellos, como ‘A Most Unpleasant Man’.
¡Gracias! No me encantan, sobre todo por la producción. Era a comienzos de los noventa, la producción ochentera aún estaba muy presente. A nadie le sentó bien salvo a Prince (risas). No es mi década favorita a nivel de producción.
En 2023 publicasteis el segundo recopilatorio de Eels. ¿Elegiste tú personalmente las 20 canciones? ¿Cuál fue el criterio?
Es complicado elegir qué canciones merecen estar en un recopilatorio cuando tienes tantas. Ocurre que a veces nuestros singles no se convierten en éxitos, y en cambio canciones que nunca hubieras imaginado sí que se convierten en hits. ‘I like the way this is going’, por ejemplo. En su día lo pusimos en la cara B de la que considerábamos el verdadero single. Y ahora tiene vida propia, hasta se toca en bodas. Es una canción importante para nuestros seguidores, por lo que debería entrar en un recopilatorio. Algunas son más evidentes. Es una mezcla.
Hay grupos que realizan giras especiales en los aniversarios de sus discos, como están haciendo ahora Green Day. En dos años es el 30 aniversario del debut de Eels. ¿Has pensado en algo especial?
No lo sé, es posible. Sigo siendo amigo de Tommy y Butch, incluso tocamos juntos hace un año en un concierto en Los Ángeles. Así que quién sabe, ¡es buena idea!
Texto y fotos: Pablo Vázquez