Posiblemente, nos encontrábamos con una de las giras de dos bandas que más han influenciado, y sido referente para que otras se miraran en ellos, eso sí, si hacemos la comparativa entre ambas, hay ciertos matices a valorar.
Hot Water Music. Celebraban 30 años de carrera, una carrera regular, que, si bien se ha visto alterada por algún parón por el medio debido a desavenencias entre ellos, parce que esta aposentada a día de hoy.
Quicksand. El clásico “Slip (1993)” ha cumplido 31 años, un disco básico para muchas bandas que vinieron después. En este caso, los parones se han alargado más, y podrían haber sido mucho más que una banda de culto. Por otra parte, a día de hoy, ésta ha mutado al formato trío, aunque siguen en forma.
Si las zapatillas de Skate han dado paso a las de Running de última generación, el concepto de ambas es el mismo que el de hace un tiempo, y ese no es otro que trasmitir un legado con la energía necesaria para que podamos considerarlas bandas clásicas a día de hoy.
Como viene siendo habitual en este tipo de giras, el concepto de comunidad siempre está presente, por lo tanto, esa noche a parte de las dos bandas principales, contábamos con dos invitados más.
Be Well mostraron un lado más combativo, de estructura de Hardcore básico, pero sin caer en la metalización. El proyecto, de momento, tiene corto recorrido y lo formaron miembros de Bane o Darkest Hour hace apenas cinco años. Off With Their Heads por el contrario cuentan con la experiencia de más de veinte años de carrera, y una discografía infinita en todo tipo de formatos, por lo tanto, ya tenían una base de fans entre el público, y su sonido Punk Rock alternativo los convenció,
Walter Schreifels sin duda es un referente, ya no sólo por su pasado (Gorilla Biscuits, Youth of Today, etc…), sino por la hiperactividad que da a los proyectos en los que se involucra, pero siempre con Quicksand como base. La banda se presentó en formato trío, ya que no contaron en esta ocasión con el apoyo de Stephen Brodsky de Cave In, pero eso no impidió que el muro de sonido levantado fuera de traza gruesa, y de definición fina al mismo tiempo. Basaron su setlist en su debut largo, pero mirándolo de cerca con temas de su más reciente obra “Distant Populations (2021)”, conectaron sin problema con la audiencia.
Hot Water Music salieron directos, tirando por la vía rápida, dinámicos, activos, y con una conexión entre Chuck Ragan y Chris Cresswell impecable, que al poseer un tono totalmente diferente cada uno de ellos, generó una variedad interesante en su propuesta, y como complemento perfecto cuentan con unos temas de una calidad contrastada, pero, sobre todo, con un sonido muy dinámico. Tiraron de setlist basado en sus discos de principios del año 2000, no acudieron mucho a sus recientes obras, pero sí a su flamante nuevo álbum “Vows (2024)” editado apenas unos días antes, y donde celebran con colaboraciones sus treinta años de carrera.
Como datos que siguen causándome curiosidad en los shows americanos, me sigue asombrando que el aire acondicionado de la sala estaba a una potencia extrema, lo cual no ayudó a crear un ambiente adecuado, y no acabo de entender como los fans abandonan la sala durante los últimos temas antes de finalizar el show.
Texto: Oscar Fernández Sánchez
Fotos: Sonia Eireos Gallarín