El nuevo disco del actual «Príncipe del Power Pop» (si admitimos que Paul Collins es el «Rey») es bastante improbable en general: de entrada, nunca se pensó para ser editado. No era sino una grabación más de un concierto en Zaragoza para luego chequear sonido e interpretación, pero al repasarlo, Kurt decidió que era demasiado bueno para dejarlo en un cajón, así que lo envió a su productor, el gran Wyatt Funderburk, para que lo mezclase.
El show en si mismo ya es bastante tremendo: versiones aceleradas de las canciones ya de por sí más directas, más punk-pop, de su repertorio interpretadas por una banda apretadísima pero un poco, como el propio Kurt (esos momentos: «¿un poco de whisky? estas son las prioridades…» o «no somos perfectos»), sobreexcitada. Súmale que en la mezcla se decidió poner todo al rojo y tienes una combinación que podía haber sido un desastre y sin embargo… funciona de maravilla. Un disco que un lunes por la mañana es capaz de ponerte unas pilas que ni siquiera habías sacado de la caja aún y que un sábado por la noche pondría a mover la pierna y la cabeza a todo el mundo en un bar de Rock (los pocos que quedan…).
Si quieres disfrutar de variedad, excelentes arreglos y buen sonido te recomiendo su disco «After party», una perfecta conjunción de power pop, new wave y AOR, como en esa joya de canción, aquí incluida, que es «Over you», pero para desconectar el cerebro y dejarse llevar, este artefacto es perfecto. De momento solo se encuentra en CD pero en breve -permanezcan atentos- sale en edición limitada en vinilo.
