Encuentros

Surfin’ Bichos, volviendo a visitar el más allá

 

 

 

 

Surfin’ Bichos están de vuelta. El pasado mes de abril les dedicábamos la portada de la revista en papel donde incluíamos esta entrevista que ahora reproducimos aquí en su integridad. Se encuentran inmersos en la gira de presentación de su reciente disco «Más allá» (Sonido Muchacho, 2023), que les ha devuelto a la actividad como banda. Una de las fechas más señaladas es el concierto del en la sala Apolo de Barcelona el próximo 16 de noviembre dentro del Festival Mil.leni.

Cierto que no han acabado de irse del todo, que han mantenido encendida esa llama que surge cuando deciden reactivarse, pero cada vez que se anunciaba el regreso a los escenarios de Surfin’ Bichos sus seguidores sentían un subidón instantáneo. Ahora, además, lo hacen con nuevo disco bajo el brazo. Y vaya disco. Alegría doble…

Imprevisibles, siempre. Repitámoslo una vez más: se adelantaron a su tiempo, fueron capaces de acaparar elogios poco vistos, construir unos temas con influencias reconocibles pero dotados de un sello sonoro personal… y unas letras más personales todavía. La ebullición literaria de Fernando Alfaro, tipo singular donde los haya, rodeada de acordes y melodías siempre a su servicio, nos ha procurado algunas de las mejores letras escritas y cantadas en este país. Conectar con sus referencias religiosas, siempre ahí, sus descensos a los infiernos personales y sus renacimientos cual Ave Fénix proporciona la posibilidad de sumergirte en sus canciones sabiendo que van a proporcionarte múltiples lecturas y un sinfín de posibilidades auditivas. Vuelven por todo lo alto, como analizamos en bloque adjunto, y para ello contactamos con la banda. ¿Si existe química y compenetración entre ellos, actualmente? No lo duden. A nuestras preguntas responden ellos, Surfin’ Bichos… a través de Fernando. “Respondo yo, pero con la anuencia de todo el grupo. Lo hago en nombre de todos, en impersonal. Responde el grupo”. Más claro, imposible, así que no se extrañen si Fernando se refiere a Fernando. Comunión total…

La máquina de nuevo en marcha… ¿Llevabais tiempo tramando el regreso, quizás para hacerlo coincidir con una fecha redonda, cerca de treinta años sin actividad discográfica, o ha surgido de modo más espontáneo? ¿Podéis contar cómo se fraguó la reunión?

Bueno, en realidad no es tan redonda: El Amigo de las Tormentas salió en el 94, son “casi” 30 años… Pero bueno, son 35 años desde que se formó el grupo, ahí tienes la fecha redonda. Y tampoco teníamos nada claro volver a grabar juntos, pero en la gira de 2017 celebrando los 25 años de Hermanos Carnales, dejó caer Carlos una cosa enigmática de las suyas: “Si, por lo que sea, grabáramos algún día un nuevo disco, molaría grabarlo en secreto y que saliera de sopetón y por sorpresa…”. Más o menos ha sido así, pero claro, hoy día se sacan adelantos previos y se jode la sorpresa.

 

 

Mucho ha llovido, y pasado, desde que os despedisteis precisamente con El Amigo de las Tormentas. No habéis parado, cada uno con sus proyectos individuales o con vuestros respectivos grupos. Se habló en su momento de los problemas surgidos a raíz de dicho álbum, básicamente el tiempo transcurrido desde su grabación hasta que vio la luz… ¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Confianza en vuestro nuevo sello? ¿Necesidad de poner las cosas en su sitio y reivindicar lo que es vuestro? Supongo que debe tocar un poco las narices llevar tantos años leyendo y escuchando lo buenos que erais y vuestra influencia en un buen número de músicos que empezaron después…

Fue sobre todo confianza en nosotros mismos, y de unos con otros. Con Sonido Muchacho contactamos cuando ya habíamos grabado el disco (en secreto, claro está) y estuvieron encantados de acogernos. Y nosotros con ellos. Y tampoco teníamos necesidad de reivindicar nada, ya está dicho mucho y bueno de nuestra música y nuestra andadura, y hemos hecho pedazos de giras en los últimos años, todo muy bien. Simplemente, quisimos dar este triple salto mortal de grabar juntos ahora, ahora que estamos juntos otra vez, y viviendo de nuevo en la misma ciudad.

¿Cuánto hay de Chucho, Mercromina y vuestros proyectos en solitario en esta nueva etapa de la banda madre? ¿Creéis que hay rastro suyo, aunque el sonido sigue siendo 100% Surfin’ Bichos?

Está claro que si tres de nosotros creamos Mercromina, y Fernando hizo a su vez Chucho, donde también componía la mayoría de las canciones, y estuvimos con esos grupos durante muchos años y muchos discos, ¿cómo no va a haber rastro? Claro que lo habrá. Esto es una cosa orgánica. Deja huella.

¿Podéis explicar el proceso de creación y estructuración de las nuevas canciones?

Pues Fernando se mudó a un pueblo aislado y allí le pilló la pandemia y compuso 11 canciones que un día trajo al grupo y le planteó la posibilidad o la necesidad de grabarlo con Surfin’ Bichos. El resto del grupo dijo sí. Entonces Joaquín le grabó a Fernando en su estudio esas canciones a pelo, guitarra acústica y voz, a modo de demo, y de ahí fueron creciendo, ya con el grupo. A esas canciones les sumamos otra de Joaquín que por espíritu y temática entraba muy bien y ya tuvimos Más Allá, el disco.

¿Cómo ha resultado reuniros de nuevo en un estudio, tanto tiempo después?

Decidimos grabarlo en Perdido, un estudio de Albacete, que es nuestra ciudad, porque mola mucho y por cercanía y comodidad. Para ello hablamos con Fino Oyonarte, para que ejerciera labores de productor, de pastor y de profesor. No hicimos muchos ensayos previos a la grabación. En realidad, muy pocos. Queríamos grabar ya. Por el ansia de tenerlo y de hacerlo ya, y también por conservar toda la frescura del momento.

Echando la vista atrás, repetimos, es evidente y palmario que fuisteis unos adelantados a vuestro tiempo, capaces de aunar un fuerte y potente contenido literario con unas texturas instrumentales intensas y sabiamente combinadas. ¿Qué os influye actualmente? ¿Qué se ha añadido a lo que ya se encontraba en discos ya clásicos como esa trilogía fundamental formada por Fotógrafo del Cielo, Hermanos Carnales y el mencionado El Amigo de las Tormentas?

Nosotros vivimos para la música, por la música y en la música (incluso de la música). Y vivir en la música te hace estar atento y ávido de todo lo nuevo que se va haciendo. Unas cosas seguramente te influyen más que otras, pero eso es mayormente una influencia subconsciente, ya se sabe. Desde que nos formamos hace más de tres décadas, han pasado millones de cosas en la música. Y también en lo que llamamos rock and roll, o rock, o indie rock, o punk rock, se han hecho y se siguen haciendo cosas muy muy buenas. No hace falta decir nombres. De todas formas y dicho esto, a todos nos marcó a fuego la música que escuchábamos y vivíamos en nuestros años tiernos, eso siempre sale a flote. Como Laura Palmer. Pues bien: toda esa música que ha pasado durante estas tres décadas, y que ha atravesado los oídos y después (la que ha llegado) los corazones de nosotros cuatro, todo eso que nos ha pasado, y lo que nos ha pasado de verdad, en la realidad, todos los discos y conciertos y proyectos y mil cosas que hemos hecho y que nos han cambiado, es lo que somos ahora. Lo que hay en el disco.

Vuestra gira de reunión, con motivo de actuar en el Primavera Sound 2006, ¿estaba planteada a corto plazo? ¿No os planteasteis seguir en activo, vista la gran acogida que tuvo tanto dicha actuación como los conciertos posteriores?

Esa gira se planteó como algo temporal, duró un año escaso. Queríamos centrarnos en nuestros proyectos de cada uno. Después, en 2017, quisimos hacer una gira de celebración del 25 cumpleaños de Hermanos Carnales, nuestro disco más celebrado, para lo que se reeditó todo nuestro catálogo, en vinilo y también en un box-set que recopilaba la totalidad de nuestras canciones, vídeos, etc. Esta gira, al ser un cumpleaños, quisimos que durara solo ese año, el 2017, y estuvimos de nuevo en todos los grandes festivales, y en otoño hicimos gira en salas también. En 2019 nos volvió a picar el gusanillo e hicimos unos conciertos más… en fin, sí que hemos estado bastante activos.

Más sorprendente fue que escogierais a Chucho y Mercomina como “teloneros” en vuestra visita al Contempopranea… Supongo que, tras ese concierto, volvieron a surgir ofertas para que la historia no finalizara ahí…

(Risas) La verdad es que el director del festival nos pidió encarecidamente que nos juntáramos los cuatro a tocar un par de canciones, rollo fan, dado que nos habían contratado tanto a Chucho como a Mercromina aquel año, 2015. Nos hizo gracia la idea, y ya estábamos planeando en secreto (risas) la gira de Hermanos Carnales, que sería año y pico después de aquello. Tocamos los dos grupos y después nos juntamos los cuatro para terminar de petar aquello, el festival. Tocamos cuatro canciones, y decidimos que las cuatro fueran de Hermanos Carnales, para emitir señales en clave.

También es evidente, escuchando los nuevos temas, que habéis aumentado exponencialmente vuestro potencial instrumental. Siempre fuisteis capaces de sonar sutiles y contundentes al mismo tiempo, pero se aprecia una destreza instrumental mucho mayor. ¿Os otorga más libertad a la hora de escoger o construir determinadas piezas? Sois una máquina que no para, aunque estuvo parada, pero que funciona a todo trapo…

Es definitivo que los cuatro hayamos seguido activamente tocando en directo, grabando discos y tal. Encima, el motor de la máquina que son Carlos y Jose Manuel han tocado juntos como sección rítmica todos estos años, en Mercromina, en Burrito Panza, en estas giras de Surfin’ Bichos que comentábamos… Precisamente, estas giras que hemos hecho juntos, todas esas veces que hemos vuelto a tocar en directo y a ensayar, hemos ido también creciendo como grupo, dando nuevas visiones de antiguas canciones, experimentando cosas, igual que ahora lo hacemos con las canciones nuevas.

Lo que se mantiene inmutable es esa temática trascendente, esa espiritualidad mezclada con carnalidad… ¿más material de estudio y análisis para Rami, el teólogo al que tanto fascina, como demuestran sus intervenciones en el documental Buzos haciendo Surf, dirigido por Rogelio Abraldes, que se estrenó en In-Edit y puede verse en Filmin?

Hay cosas que no se pueden cambiar. ¿Puede acaso la serpiente abstenerse de picar?

Y habrá que presentar el disco en directo, claro… ¿planes al respecto?

El 18 de mayo tenemos el primer concierto de presentación del disco, que habrá salido un poco antes. Es en Madrid, en La Paqui Club (antigua BUT), en la plaza Barceló. Y después de este vendrá mucho más. Estamos ya a pleno rendimiento, a toda máquina con los ensayos para el directo, mezclando en el repertorio canciones de todas las épocas, que parecen, es verdad, de la misma época porque estamos fuera del tiempo.

Por último, la pregunta del millón y que no pararán de haceros… ¿Surfin’ Bichos han vuelto para quedarse, como ha ocurrido con bandas de vuestra época que, ahora, disfrutan de mayor éxito que en su momento? 091 podrían ser un buen ejemplo, o Enemigos…

Eso nunca se sabe. Y si se sabe, es un secreto (risas).

 

Texto: Alfred Crespo

 

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