Una figura que no necesita presentación para todo routier. Superando el reciente fallecimiento de su esposa Nora en abril de este año, Lydon siguió adelante y grabó un apreciable nuevo álbum con P.I.L., “End of Word” -editado el 11 de agosto pasado. Nos visita una vez más con P.I.L. -como parte de su gira europea-, presentando dicho trabajo y los clásicos inoxidables de la agrupación. Nos visitan esta semana en tres fechas: 20 de octubre, Madrid, Shoko; 21 de octubre, Barcelona, La Salamandra; 22 de octubre, Bilbao, Kafe Antzokia
P.I.L. vienen con su formación desde 2009, vale decir Lu Edmonds en guitarras -ex The Damned, Mekons-, Bruce Smith en batería –ex The Pop Group, The Slits– y Scott Firth en bajo. Previo a sus conciertos por España, presentamos para nuestros lectores ruteros un adelanto de la entrevista que mantuvimos con la leyenda punk/post punk. Son las once de la mañana y John Lydon se encuentra de buen talante en su casa en Malibú, California. Al habla con nosotros.
Gusto en saludarte, John. ¿Qué me puedes contar sobre el nuevo disco de P.I.L.?
Hola! Bueno, en el álbum hay 13 canciones. Creo que la edición japonesa tendrá una más pero no me gusta esa canción, no quiero que el resto del mundo la escuche. El disco es muy complicado, no hay dos canciones en la misma vena musical. Incursionamos esta vez en tantos territorios diferentes, inventé o reinventé algunos de ellos.
Es un álbum con una suerte de nueva filosofía musical, diría que es un disco ambidiestro. Hay un montón de trabajo en el que nos involucramos con los integrantes de P.I.L. en el disco. Todo tuvo que ser hecho bajo presión desde el punto de vista financiero y emocional. Todos tenemos diferentes vidas que vivir, todos tenemos problemas. El Covid nos encerró y nos destruyó completamente. Fue muy difícil el juntar las piezas como una banda, pero de alguna manera nos las ingeniamos para atravesarlo, con un gran sentido del humor, porque genuinamente nos caemos bien entre nosotros en el grupo, como amigos, lo cual es mucho más importante que la relación musical.
Esto fue la combinación de todas esas calamidades pero operando a favor nuestro dado que no hubo cuestiones entre nosotros.
¿Cómo fue el proceso de grabación?
No somos el tipo de banda que estemos rehaciendo y repitiendo eternamente los temas. Usualmente las primeras cuatro o cinco tomas te pueden indicar si estás en lo correcto. Después de eso estás desperdiciando tiempo. Trabajamos muy rápido. Pensamos que como grupo somos muy lentos, pero el resto de las bandas suelen tardar el doble del tiempo en el estudio de grabación que nosotros.
Para este disco tuvimos que utilizar distintos estudios de grabación y no podíamos estar más de dos semanas. Grabamos muchos de los tracks en una antigua iglesia británica centenaria, la cual tenía un sonido de eco, fue bien construida para ello. Obtuvimos todo el ambiente natural y una gran acústica, además de un sonido con hermosas texturas
En breve estaréis girando con P.I.L. por España…
España es muy acogedora, lo digo de corazón. Cada vez que toco allí hay unos fans increíbles, buscando después del show hacer una especie de conexión celta -mis raíces son de Irlanda-. Hay mucho de lo celta en lo español, particularmente en el área de San Sebastián . En España hay lugares grandiosos para tocar. En cada concierto se crea una atmósfera con el público y podemos compartir esa expectativa y disfrutarlo.
Cada show de P.I.L. es como ir a una iglesia pero sin religión.
Es como una comunión donde estamos todos juntos en ese momento, los demonios del mundo quedan detrás de la puerta por una noche. Tenemos una base de fans muy leal que se va acrecentando con nuevos seguidores. Lo más importante para mí de esto es que hay fans de todas las edades, no solo los veteranos, algunos son super inteligentes, otros no -Risas-, sino que también hay chicos jóvenes, incluso chicas gritando, lo cual es muy bueno, mucho mejor que otros “alternativos” (y esboza una mirada socarrona).
Texto: Augusto de Lázzari
