El nuevo directo de Los Deltonos, grabado en el «Fillmore Huertano» de Elda/Petrer (Alicante), llega con tan solo un año y medio de diferencia respecto a Ho Ho Ho, el primer doble en directo de la banda. Como aquél, este también es doble, aunque no luzca carpeta desplegable. Hay quien pensará que ha corrido poco tiempo entre uno y otro, pero anualmente aparece un directo de Zappa o varios de Grateful Dead, y, yo al menos, no me quejo.
De entrada, los repertorios difieren en más de un sesenta por ciento entre uno y otro. E importante; así donde Ho Ho Ho fue medido para una posible edición, el bolo en el Fillmore fue otro más en el particular «never ending tour» de los cántabros. Bueno, decir que fue uno más no sería un acto de justicia, pues la actuación raya a un nivel excelente y el trío trota a marcha segura, combinando fuego, pasión y solvencia. Lo que importa, al no ser pensado para una posible edición, el bolo fluye con una naturalidad precisa que le da una cercanía inaudita. Fue al cabo de unos días, y oyendo la grabación con la cabeza fría, cuando la banda decidió que valía la pena editar el material.
Ahora, una cosa tienen en común el Fillmore con Ho Ho Ho, el pobre sonido de audiencia. Sí, está ahí, se intuye, pero no acaba de sentirse. Esto, para quienes hemos crecido con Alive!, Highway Song y Live And Dangerous, es poco menos que un hachazo en la oreja. Quizás para el tercer directo lo tengan en cuenta. Claro, que este, al no ser premeditado, tiene una disculpa, ¿verdad? El Fillmore huertano ya ha entrado en la historia y los Deltonos ya tienen su directo en el Fillmore, como cualquier banda grande que se precie.
Texto: Sergio Martos