Todo aquel que los haya visto alguna vez sobre un escenario sabe de su potencial. Potencial que capturaron a la perfección en su homónimo debut discográfico editado el pasado 2020, un disco que tuvieron que presentar a cuentagotas debido a las restricciones adoptadas por la pandemia. Minimizada ya la incidencia del bicho, han seguido sentando cátedra en cada concierto y, por fin, tenemos ya la oportunidad de poder escuchar su segundo álbum, Only in My Dreams. Los barceloneses tienen numerosos ases en la manga, un vocalista supremo, de lo mejor de hoy en día, en la figura de Jonathan Herrero, que además de dominar un amplio registro vocal, sabe transmitir y emocionar con su garganta como solo lo hacen los elegidos, unos músicos versátiles y talentosos y unas canciones inmaculadas.
A los habituales y certeros disparos de incandescente ritmo y blues («Cabin Fever», «Chickens») suman paseos por lo latino con la chulería de Willy DeVille, «Second Date», dejan caer gotas de fino soul-pop sobre «Carnaval», conjuran euforizantes compases gospel que elevan el espíritu, «Lonesome Land», e interpretan baladas majestuosas en la órbita melodramática de Roy Orbison, el tema que da título al disco, o con el torrente pasional del que hacía gala el Elvis de los setenta, algo apreciable en «Always Blue» o «Until I See You Again». Un magnífico álbum, tener bandas como Rambalaya tan cerca de casa es un auténtico lujo que deberíamos valorar en su justa medida. No te los pierdas si pasan cerca de tu ciudad.
MANEL CELEIRO