Artículos

NOFX Final Tour, el fin de una época

No escribo este texto como guitarra de Toundra ni como responsable de prensa de los próximos conciertos de NOFX en Barcelona. Lo escribo como fan y porque estoy emocionado: triste y alegre al mismo tiempo. Tres conciertos englobados dentro de su gira de despedida, ya que se separan. Recorrerán 40 ciudades para celebrar sus 40 años juntos. En cada concierto, tocarán 40 temas repasando siempre dos discos clásicos y sus grandes éxitos.

Un plan perfecto para despedirse de una banda que ha marcado a una generación entera, que nos ha levantado sobre los suelos, bien en crowdsurfing o bien porque esas canciones significan muchísimo, aún a día de hoy, para miles de personas.

Barcelona será muy importante dentro de este tour mundial. Es una de las cinco ciudades europeas donde NOFX dirán adiós a su público. Además, será la única ciudad, por el momento, en el que Smelly, El Hefe, Melvin y Fat Mike actuarán tres noches con diferentes repertorios y line ups. Quedan muy pocas entradas para el domingo, justo el día que yo podré asistir.

Lo he contado infinidad de veces. Me bajé del bus del equipo de fútbol donde jugaba. Habíamos perdido fuera un sábado. El bus me dejaba en Navia, pero mi padre tenía que venir a recogerme para llevarme a Cartavio, un pueblo de 200 habitantes donde viví mi infancia, a ocho kilómetros de aquel punto neurálgico comarcal. Mi padre se había olvidado de venir a recogerme. Ese joven Esteban tenía 13 años y Mario, un chico bastante “cool” del instituto, dejó de patinar, se me acercó y me dio un casette. “Me han dicho que tienes una guitarra eléctrica. Nadie tiene una en el pueblo. Escucha esta cinta y, si te gusta esta música, hacemos un grupo de este rollo”. Aquella cinta era “So Long And Thanks For All The Shoes”. Seis días después, en los vestuarios de un polideportivo abandonado, montamos el primer ensayo de Happy Creaper, mi primera banda.

Desde que conocí a NOFX, no he dejado de tocar en bandas. NOFX cambiaron mi vida. Escuchando ese casette, se me abrieron las puertas de una vida, que llevo disfrutando casi 23 años.

He tocado en decenas de bandas. He conocido a cientos de personas. He girado por decenas de países, en un sin fin de conciertos. He grabado 8 discos, dos EPs y una maqueta. No he parado de tocar, no he trabajado jamás en ningún sitio que no me permitiese ser libre para actuar siempre que quisiera. Me dedico a lo que me dedico gracias, en parte, a esa “cinta filosofal”. Con 18 años, comencé a trabajar en Escridiscos. Con 19, estaba en PIAS, la distribuidora de Epitaph en España.

Cuando NOFX anunciaron su retirada, sentí alegría por poder formar parte de esta despedida. Y de poder verles. En un principio, bloqueé todo el fin de semana en el calendario de Toundra para ir a todas las fechas. Pero,  salieron conciertos y, cómo no, decidí seguir tocando y perderme a mis ídolos. Más adelante, Fat Mike decidió hacer una tercera fecha… yo creo que, en parte, para que pudiese ir a verle. Gracias Gordo.

A los pocos días, en una de las regulares llamadas que hago con mi amigo Julen, otro fan acérrimo de NOFX, él me comentaba: “es el fin de una época, esto significa que algo se acaba”. Y entonces, me di cuenta de lo importante que era esta cita. Que NOFX se separen es el primero de una serie de pasos que vamos a ir viendo en los próximos 3, 4 ó 5 años. La cita de Barcelona en Julio en el Barnanroll puede que sea le última vez que podamos ver a Dropkick Murphys. El próximo disco de Bad Religion quizás jamás exista. Puede que la última vez que viste a Rancid sea la última vez que hayas podido ver a Rancid. Incluso, tal vez, este verano sea ya la única oportunidad de ver a The Offspring… aunque sus discos te den igual desde hace mucho.

Significa que las bandas que marcaron a una generación entera se terminan. Se mueren aquellas bandas que nos encerraron en locales de ensayo intentando aprender a tocar rápido. Significa que todas esos grupos cuyos discos,  camisetas y  fotos eran tan difíciles de conseguir en los 90 y en los 2000 en nuestro país (sobre todo si eras de una aldea) van a desaparecer. Significa que estamos calvos gordos… que formamos familias, que tenemos trabajos que nunca quisimos tener… y que no sabemos cómo, somos más o menos felices. Nuestras vidas han seguido su camino… y estas bandas, que siempre nos han acompañado y han sido un refugio muy importante para nuestra felicidad. Y para mantenernos cuerdos.

¿Cuántas veces habéis marcado la fecha de un concierto de estas bandas en el calendario y habéis quedado con “los amigos de aquella época” para verles en directo? De repente, esa semana todo giraba en torno a (en mi caso) Bad Religion (en mayor medida) o NOFX. Ese mes, hacías un repaso a su discografía, releías entrevistas o mirabas artículos nuevos suscitados por su visita a nuestro país.

El punk rock californiano enciende sus últimas luces. Lejos de mirarlo con tristeza, juntémonos con nuestros amigos. Disfrutemos de estos momentos. Despidámonos como se despide una afición de fútbol de su estadio a punto de ser demolido…porque los fondos de inversión que han comprado el club deciden que hay que remodelar todo aquello. Es el mismo sentimiento. Es despedirse de algo que jamás volverá. De una parte muy importante de tu juventud, que hasta hace poco, podías revivir cada dos, tres o cuatro años.

Vayamos a Poble Espanyol para despedirnos de un artista y una banda que, muchas veces, nos han aborrecido. Pero que también más nos han llevado a lo más alto de nuestra borrachera semanal. NOFX, me recuerdan cada vez más a mi contradictorio pero eterno amor al Real Madrid. El club y la banda de mis amores coinciden en muchas cosas. No sé cómo me pueden seguir gustando, no sé cómo les sigo amando. Hace mucho que muchos de los valores que representan no coinciden con los míos. Otros, sí.

Y, en directo, los dos son iguales en muchas citas importantes. Te tragas 75 minutos de auténtica mierda para que en los últimos 15 minutos, le den la vuelta al marcador. Para que en 15 minutos, a través de 3, 4  ó 5 chispazos inigualables, te hayan hecho olvidarte de lo anterior y les ames por completo en un éxtasis de fan enloquecido. Y, no sabes por qué, sales de sus partidos y sus directos amándoles más. Consciente de la realidad y de lo que han sido los últimos 90 minutos. Pero, sintiendo sus colores más que dos horas antes.

Gracias NOFX por cambiarme la vida. Os quiero mucho.

Texto: Esteban Girón

One Comment

  1. Pedazo de artículo, después de más de 25 años escuchando a NOFX, va a ser la primera vez que los vea en directo.
    Felicitar al autor, me ha emocionado y me he sentido identificado.
    Gracias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda