Abonos agotados y una hora de retraso para el arranque del primer festival de la temporada. Puertas abiertas, nos adentramos en el recinto para descubrir la oferta del SanSan Festival, de sus tres escenarios, su carpa DJ y de su noria. Cala Vento ofrecían su primer concierto de la temporada con motivo del inminente lanzamiento de su cuarto elepé. Se acercan a la música de baile, incorporando sintetizadores sin abandonar las guitarras. Aunque algo desengrasados, sorprende cómo ha crecido esta pequeña formación. Dejan el escenario, y a nosotros con la sensación de que para cuando recorran las salas del país ya estarán en plena forma. También entonces, no quedará garganta que no cante sus nuevas canciones.
Caída la noche, empezaba el directo de Lori Meyers en el escenario Turia. Las canciones de Noni y compañía harían bailar y cantar a los que sienten sus letras como propias. El resto, disfrutamos de las guitarras de Alejandro Méndez, a la espera de seguir comprobando la evolución de Love Of Lesbian sobre el escenario SanSan. Los de Santi Balmes se lanzaron a recorrer lo mejor de sus trabajos más exitosos. Suena «Noches reversibles» y se ganan a los seguidores de la vieja escuela. «El Club de Fans de John Boy» y «Fantástico» redondearían una actuación previa a la mejor de la noche…
Y es que Zahara presentaba su Rave, una readaptación de sus canciones llevadas al techno. Con dos músicos y cuatro coreógrafas, su propuesta funciona tanto como la puesta en escena. Transmite y emociona para ofrecer una de las dos mejores actuaciones electrónicas del festival. Carolina Durante le tomaba el relevo sobre el SanSan. Con cortes como «Cayetano» o «Granja Escuela», se acordaron de sus colegas de Madrid, presentes en el festival. Lástima que su actuación empezara tarde y terminara entre quince y veinte minutos antes de la hora prevista.
La segunda jornada arrancó con la sorpresa de Baldosa, sobre el pequeño SeeTickets. Apetece seguir descubriendo a esta joven formación que mezcla melodías pop con sonido garaje. Guitarricadelafuente sobre el Turia demostraría que es posible trasladar la propuesta de internacionales como Bon Iver o Damien Rice al estilo nacional. O como él mismo canta, «A mi manera». Rayden iniciaba su despedida de los escenarios en el SanSan, la propuesta más cercana al hip-hop patrio sin abandonar una clásica formación de rock. Conecta con el público indie y emociona cada vez que recuerda que ésta será la primera de las últimas veces que podremos disfrutarlo en directo.
Cariño se sumaban a las sorpresas del festival. La banda de Paola, Alicia y María transmitía ganas de bailar y saltar con su fresca propuesta pop, demostrando cómo ha crecido la formación tras su segundo elepé. Phoenix continuaban la velada sobre el SanSan, empezando con el clásico «Lisztomania». El acertado repertorio recorrió sus cortes más bailables junto a una de las mejores propuestas audiovisuales del festival. El cantante Thomas Mars, armado con unos prismáticos, cerraría el recital lanzándose sobre el público para terminar alzándose sobre él. Dorian recorrerían sus grandes éxitos en la actuación más multitudinaria del viernes con canciones como «Cualquier otra parte» o «Los amigos que perdí». Después, confeti, bolas hinchables y un sinfín de brincar hasta agotarnos con los festivos La Pegatina.
La última jornada arrancaba con Deluxe, donde Xoel López repetía por partida doble en el festival, ahora en formato banda. Sobre el pequeño SeeTickets debutaban 30s40s50s, la banda de David Otero, Bely Basarte y Tato Latorre. Juntos recorrieron su primer elepé, además de acordarse del Canto del Loco y sus «Zapatillas». Milky Chance continuaría haciendo sonar su inspirado «Stolen Dance». De regreso al SeeTickets para disfrutar de los barceloneses Sidonie. Carácter y simpatía sobre el escenario más pequeño del festival para una banda muy grande. Del peor grupo del mundo cantándole al incendio, regresamos al SanSan para el directo de Leiva, la actuación más multitudinaria y criticada del sábado. Mal sonido y proyecciones apagadas por petición del artista.
Los Sexy Zebras deslumbraban en el SeeTickets con un recital de apenas hora y cuarto que se nos haría muy corto. Los pogos más grandes y divertidos fueron de este trío madrileño. Canciones recientes como «Nena» o «Tonterías» bien les valen un público fiel y entregado. Aplausos y alabanzas antes de regresar al escenario principal para disfrutar de Delaporte. Delicias para los amantes de las pistas de baila. Suya es, junto a la de Zahara, la mejor actuación electrónica del festival. Finalmente, la última velada terminaría con el Ninhodelosrecaos, una propuesta DJ de la mano de Rubén Sierra, guitarrista de La Pegatina. Ahora sí, llega el momento de descansar y digerir tres días llenos de emociones. Que todo vuelva a su lugar. Y nosotros, el año que viene al SanSan.
Texto y fotos: Borja Figuerola