Encuentros

Los Manises, «alfombra mediante, cables de repuesto, luces de obra y buen decibelio».

Los Manises sorprenden, casi siete años desde que publicaran su primera demo, con un álbum de debut (antes, en 2020, publicaron el EP Aristocracia y Underground) bastante inclasificable. Un disco el que el dúo formado por Víctor y Rubén vuelca influencias que van desde Talking Heads, Tears for Fears o Silver Apples hasta las particularidades de Animal Collective o las modernas producciones de hip hop.

Hemos hablado con ellos para intentar desentrañar los misterios de su música aunque, en general y entre bromas, a ellos les gusta jugar al despiste y mantener sus trucos bajo un intrigante velo de confusión.

Acabáis de publicar vuestro primer LP, Todas Son Correctas. Hace ya casi tres años que lanzasteis el EP Aristocracia y Underground, y previamente habíais publicado varios sencillos y otro par de EPs. ¿En qué ha cambiado la música de Los Manises, si lo ha hecho, en estos tres años de silencio?

Nuestra manera de hacer es la misma. Nuestra manera de artefinalizar es diferente. Las ideas del LP estaban ahí, pero en esta ocasión las terminamos de producir con I-Ace (AGZ, Antifan). Ahora suena fuerte. Gracias Isidro, te queremos, cómprate un pie.

El primer sencillo es “Espectacular”. Una canción que parece esconder otras muchas canciones y que parte de una especie de mantra. ¿Cómo surge?

Surge de un riff de guitarra que estaba tan guapo que decidimos hacerlo estribillo y que no hubiese nada más cuando sonara, además de la palabra “Espectacular”. La repetición, el bucle hasta reventar, es un recurso que siempre nos ha enganchado como público. En general en el disco y en concreto en esta canción no hay mucho más que el sonido de un tambor y unos bajos vacilones. Luego ya subes las ventanillas y a disfrutar de la yema.

“Bebe de mi copa y serás eterno”. ¿Es una frase al azar, o esconde alguna connotación/crítica religiosa?

La frase es un barrote de Jose Luis Castro (AKA Peter de Polvorines). Pertenece a un vídeo suyo que vimos de adolescentes y esa frase siempre nos resonó. Descontextualizada y encajada en este tema nos dio pie a desarrollar el resto. Sacar elementos de un marco concreto para soltarlo en otro completamente ajeno, y que cobre otro sentido, es algo que nos flipa. Es interesante porque para nosotros no es estrictamente religioso, para alguien puede ser crítica y para otro un chiste, y simultáneamente todas son incompatibles y todas son correctas. La lírica de Schrödinger. 

Seguramente si os hablamos de post-punk de 1980 tal vez os suene a prehistoria, pero realmente hay algunas ocasiones que podrían haberse lanzado en ese año por parte de grupos como The Pop Group, Cabaret Voltaire o algún otro. ¿Os va ese estilo, van por ahí algunas de vuestras referencias?

Claro, un alto porcentaje de nuestras referencias pasan por esa década. En los últimos años hemos estado investigando y escuchando muchísima música de los 80s. Es una década muy guapa, sobre todo cuando sales de los clásicos de radio (que también molan) y te pones a indagar en los márgenes o simplemente en los no-hits de esos mismos artistas. Parece que es guay si sabes de rock/jazz/funk de los 70s o de HxC/club/hip-hop de los 90s, pero los 80s parecen estar un poco subestimados, cubiertos por una cortina de videoclips con desenfoque gaussiano, mallas y solos de saxo sin sentido.

En algunos momentos me vienen a la cabeza también los trabajo de Animal Collective o incluso El Guincho de hace una década. Esas canciones percutivas, hechas como de retales donde todo y nada encaja, como pequeños e independientes inputs sonoros que se van lanzando al oyente a modo de enigma a resolver.

Sí, es una movida que estamos contentos de haber recuperado, sin miedo a la velocidad crucero y las piedras en los neumáticos. Adelante y a por todas. Si te recuerda a Animal Collective, logro desbloqueado. No te pierdas tampoco los primeros EPs que sacamos, están por ahí en la cara B del Aristocracia y Underground y en nuestra página de Bandcamp.

Hablando de vuestra página de Bandcamp, habláis de “mantra tribal” y “worldbeat” para definir vuestra música. Supongo que os referís a esos ritmos tan machacones de los que os hablaba. ¿Cierto?

Cierto. Nos has recordado que tenemos que actualizarla (risas). Sí, nos interesan mucho las bandas o artistas que han hecho antes esa aproximación a la música folk/world con los códigos contemporáneos. Sea en la época que sea, aunque hubo un boom especialmente loco en los 80s. También es un poquito peligrosa la delgada línea entre el Appreciation Post y el Stolen Meme.

En esta época de consumo rápido y ninguna paciencia a la hora de enfrentarse a una canción desafiante, se puede entender como un acto de valentía hacer un disco con temas como “Amanece” o “A todo querer”. A la hora de componer canciones de ese tipo, ¿qué tenéis en mente? ¿La necesidad creativa, la posible respuesta de quién la escucha, el afán de provocar, el desarrollar un estilo en el que creéis y os gusta?

Por lo menos «A Todo Querer» es corta (risas). Hacemos música en primer lugar para nosotros, o sea que realmente lo de provocar o buscar respuesta está un poco fuera de la ecuación. Como decíamos, intentamos hacer las canciones que nos gustaría escuchar, y si después alguien conecta con ellas pues aquí tiene dos nuevos mejores amigos.

¿El hecho de que andéis metidos en otras actividades artísticas, como el diseño gráfico y la creación de portadas para otros artistas, influye en el proceso de creación musical?

Claro, nos quita tiempo (risas).

¿Cómo encajáis la letra en vuestras canciones? ¿Es lo primero que componéis, lo último, va surgiendo todo a la vez? ¿Qué importancia le dais, teniendo en cuenta que en canciones como “Apostolos” apenas se entiende y la voz funciona casi como un instrumento más?

Pues a menudo entran en la última fase, simplemente por la forma en la que solemos componer o incluso por hacer ensayos/impros directamente sin conectar los micros. Podemos estar en bucle con muchas ideas instrumentales y no abrir la boca, pero eso no quita que las letras sean súper importantes para nosotros. La letra en “Apóstolos” es bastante relevante, aunque es verdad que funciona más como instrumento. No pasa nada si de primeras no se entiende, siempre puedes leerla en la contra del LP (risas). Pero bueno, que a veces lo más guapo de una percusión es ese triángulo que apenas se oye.

¿Qué es para vosotros lo más importante en una canción? ¿O cada una es distinta y hay que darle lo que pide?

Los ZA! decían una cosa muy buena sobre el proceso de creación y es que cada canción debe tener su propio sistema. Hoy en día las herramientas y los recursos ilimitados pueden ser una condena. Pau y Edi lo comparaban con la cocina: “En este plato solo puedes usar cosas verdes”. Limitar tus recursos técnicos para maximizar los creativos es algo que intentamos recordar de vez en cuando para encauzar la movida. A la hora de componer también nos mola intentar abstraernos y pensar qué pasaría si escuchásemos esa canción en una página cualquiera de Bandcamp. Si la respuesta es “qué cabrona esta peña”, entonces es que está todo bien.

Una vez salga el disco, supongo que habrá planes para presentarlo en directo. ¿Cómo pensáis desarrollar estas canciones en el escenario?

Probablemente esta pregunta tenga una respuesta sólida de aquí a un año, así que le damos a la tecla de remind me in a year. De momento, alfombra mediante, cables de repuesto, luces de obra y buen decibelio.

 

Texto: Fidel Oltra

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda