Trance (Oso Polita Discos) es el título del tercer trabajo de Uniforms. La banda jiennense consigue con este nuevo disco un sonido más crudo que en sus anteriores álbumes, fruto de una constancia y una inquietud musical que, lejos de cualquier etiqueta, les ha llevado a experimentar con diferentes sonidos.
En la nota de prensa, se habla de que este Trance es vuestro disco más crudo, ¿es este el punto donde pretendíais llegar con vuestra música cuando empezastéis?
En realidad, el proceso ha sido muy natural, especialmente después de los directos; en este disco queríamos mandar un mensaje más concreto con la música que hacíamos, porque en los anteriores trabajos había elementos que eran muy vaporosos, y esta vez hemos conseguido que sea más acotado. El concepto sigue siendo el mismo, pero es más directo y, a la hora de tocarlo, también es más cómodo para transmitirlo al público. La idea, en resumen, era llevar a la grabación la esencia del directo. Lo bueno es que, además, ha sido algo consensuado por toda la banda, porque era lo que nos pedía el cuerpo a todos.
Shoegaze, dream pop, kraut… ¿no cansan un poco todas esas etiquetas, más aun siendo una banda que demostráis una libertad absoluta a la hora de hacer música?
Bueno, a veces sí que cansa, pero no creas que prestamos demasiada atención a todo eso. De todas formas, ya sabemos que todas esas etiquetas ayudan a ubicar a la banda previamente para que la gente sepa lo que se puede encontrar, aunque luego haya una mezcla de todo. Pero es que nuestras influencias también son muy variadas; escuchamos mucha música, cada uno tiene querencia por un estilo y todo tiene cabida en el disco. Eso enriquece mucho el trabajo.
En varias ocasiones habéis insistido en el valor del formato físico del disco, ¿ese concepto un poco “vieja escuela” es algo que también viene por todas esas referencias musicales más clásicas?
Totalmente, tiene mucho que ver con lo que queremos como consumidores de música, porque apreciamos muchísimo el sonido del vinilo, y como eso es lo que nos gusta, es lo que también queremos ofrecer. En ese sentido, además, cuidamos mucho la estética y todos los aspectos de la presentación del disco. En Trance lo teníamos muy claro, y queríamos que cada single tuviera su imagen propia, pero que a la vez, todo estuviera relacionado entre sí. Todas esas cosas las vamos pensando casi a la vez que van saliendo las canciones.
¿Os cuesta mucho decidir cuáles son los singles que vais a presentar?
No, como te decía, sale de una manera muy natural según vamos componiendo y vamos viendo las canciones que más impacto pueden tener en el oyente… casi siempre coincidimos y es raro que discutamos por eso, o por el orden de las canciones, otra cosa que creemos que es importante en un disco como éste, pensado para escuchar de principio a fin sin que resulte denso o aburrido.
¿Cómo gestionáis esa “bipolaridad” entre el inglés y el castellano a la hora de componer?
Aunque la mayoría de nosotros consumimos mucha música en inglés, en ocasiones las canciones nos piden hacer temas en español, y van saliendo casi sobre la marcha, a veces incluso en el mismo estudio; pero lo cierto es que nos gusta jugar con esa dualidad, y tener canciones en ambos idiomas para aumentar también la variedad y la oferta.
En cuanto a la temática de las canciones, también jugáis mucho con la interpretación de cada cual a la hora de entenderlas, ¿verdad?
Esa es la intención, aunque hay muchos temas personales, también hay en las letras con un punto reivindicativo, social, e incluso político, un poco circunstancial, para que cada cual se lo lleve a su terreno, nos gusta tirar la piedra y que cada cual haga lo que quiera con ella. Por ejemplo, en «Nomofobia» queremos dar un toque de humor negro, pero detrás de eso, el trasfondo es muy turbio, porque se nos está yendo de las manos todo el rollo de las nuevas tecnologías, y creemos que es importante hablar de esas cosas.
En el disco, también hay una versión de «Desire Lines», ¿ha sido Deerhunter una de las influencias a la hora de hacer Trance?
Nos encanta Deerhunter, y además ese disco está muy guay. Esta versión salió en la pandemia, como una especie de divertimento para pasar aquellos meses que fueron bastante duros; cada uno grabó su parte en casa mientras estábamos encerrados, y al final, nos gustó y decidimos grabarla en el disco. Y en cuanto a tu pregunta, en el disco también podríamos decir que hay influencias de lo que estábamos escuchando en aquellos momentos: mucho kraut, noise, punk, postpunk… cosas no tan sutiles como lo que hacíamos al principio, abriéndonos a cosas más acidas.
Me la voy a jugar, a ver si acierto, pero estoy casi seguro de que también hay influencias de El Columpio Asesino, ¿estoy en lo cierto?
Pues has acertado de pleno, porque siempre hemos escuchado mucho El Columpio asesino, es una banda con la que nos llevamos muy bien, y a la que admiramos muchísimo, y por supuesto que son referencia y hay canciones muy “Columpio” en el disco.
De nuevo, habéis grabado en los Estudios La Mina, ¿qué ha aportado Raúl Pérez en la producción de un sonido tan complejo?
Muchísimo, siempre da con la tecla adecuada y sabe abrirnos el camino para que todo sea más sencillo. Hay veces que queremos transmitir algo con una canción, pero no sabemos cómo hacerlo, y entonces llega Raúl y lo hace; tiene un oído único, un gran gusto musical, un bagaje enorme y una apertura de miras sorprendente.
Para quien todavía no os haya visto en directo, ¿podríais explicarnos cómo son los conciertos de Uniforms?
En directo tratamos de trasladar la misma crudeza que queríamos transmitir en Trance, son conciertos muy dinámicos, con un setlist que intentamos que sea muy variado aunque ahora, como es lógico, sobre todo estamos haciendo muchas canciones del nuevo álbum, para ver si estamos a la altura de la grabación y defenderlo al mismo nivel… eso también es un gran reto para nosotras.
Actualmente, estáis de gira por Francia. ¿Notáis muchas diferencias en cómo se recibe vuestra música allí, comparándolo con lo que sucede aquí?
De momento, hemos hecho un bolo en París y la acogida ha sido muy buena, el feedback ha sido casi inmediato, y creemos que ha habido una gran afluencia de público para un grupo como el nuestro, que prácticamente somos unos desconocidos. Lo que más llama la atención es esa curiosidad por descubrir cosas nuevas, que en España es algo que se está perdiendo también a la hora de programar, ya que parece que somos cada vez más selectivos y sólo vamos a ver conciertos de bandas consolidadas, algo que puede ser consecuencia de la cantidad de grandes eventos y macrofestivales que hay hoy en día… y que también está bien porque todo es disfrutable ¿eh?, pero creo que es importante mantener esa curiosidad por descubrir cosas nuevas.
Texto: Sergio Iglesias
