Lejos quedan los envites garageros que impulsaron el nacimiento de este proyecto liderado por Kyle Thomas.
Su nuevo álbum, escrito en colaboración con Sasami Ashworth, más que un sustancial paso adelante en ese paulatino acercamiento hacia postulados más melódicos, supone la traslación al ámbito musical de aquellos recuerdos de la infancia, del amable rumor de su pueblo natal donde se fraguaron las irrepetibles y luminosas emociones de quien está descubriendo la vida. Fotografías en blanco negro coloreadas por el pop instrumentado a lo Beach Boys en «Love Letters to Plants» , la juvenil pero apacible energía del rock’n’roll desprendida por «Rock River» o la elección entre la amplia paleta sostenida por los Beatles de sus ritmos oníricos para entonar «The Bandits of Blue Sky». Conocedor de que aquel tiempo pasado no retornará jamás, las sensaciones de este álbum consiguen rescatar la armoniosa belleza que solo posee la ingenuidad de las primeras veces.
Texto: Kepa Arbizu