Los locales Mi Amigo Mac empezaban a dar calor con la sala aún fría. Su punk-pop juvenil está muy verde pero, valga la redundancia, también deja entrever brotes verdes que pueden cristalizar en canciones interesantes en un futuro.
El cuarteto de Sens (Francia) venía rodadísimo de las anteriores paradas de su gira peninsular. Tras causar sensación a su paso por el Festival Actitud (Vidreres, Girona) el pasado verano, se han ganado una gira con todas las de la ley por estos lares. Así, de la mano de la promotora Ayuken, quienes quedaron prendados con los encantos del combo galo en el citado certamen estival, les tenemos por aquí haciendo eso que tan bien saben hacer.
Esto es, un pop punk hipervitaminado que mama de múltiples fuentes. Desde los primeros Sum 41, hasta los Pixies más surf, haciendo parada en el indie punk adictivo de Wavvves o Jay Reatard. Agitando todos esos elementos, el resultado tiene que ser y es, muy goloso.
Los de la la región de Borgoña atesoran muchas cualidades. Lo primero, la vitalidad propia de unos veinteañeros, cosa que les permite exhibir un chorreo vocal impoluto, el cual, sabemos, no es imperecedero. Pero ellos, precisamente ahora, están en el momento de lucirlo sin vacilaciones. Bendita juventud.
Pero también les asiste el talento. Tienen facilidad para cerrar canciones redondas con melodías irresistibles de talante juvenil, donde siempre guardan algún detalle, algún arreglo o giro con el que sorprendernos con una madurez compositiva poco habitual a esas edades. Un poso como el que mostrara, por ejemplo, un prematuro Alex Turner en sus primeros discos junto a los monos del Ártico.
Además son buenos. Sus canciones no exigen de demasiadas florituras técnicas, pero cuando se da la excepción, dan el callo con energía e imaginación. Además, ese saber escoger el cuándo lucir pericia instrumental les confiere suficiencia a la hora de tocar, trasmitiendo seguridad y capacidad de embelesar y convencer.
Cuando se desenvuelvan mejor comunicativamente y a la hora de dar brío a su repertorio en vivo, lo tendrán todo o poco les faltará. Mientras, disfrutamos de su sonido al rojo vivo pero inteligible (lo cual no es fácil de lograr) y de canciones para disfrutar aquí y ahora, especialmente en directo, como «Love Me Love Me», «Black Shoes» o el adictivo college rock de «Trevor Philippe». De momento, son un secreto bien guardado. Veremos si continúan circulando por el underground o dan el pelotazo subiendo la apuesta, cosa que a pocos extrañaría.
Texto y fotos: Daniel González
