Muchos son los que aseguran que el blues está muerto. Pues desde aquí vamos a demostrar que no. Que está más vivo que nunca, y no solo eso, sino que ha sufrido múltiples mutaciones. Y que blues hay hasta debajo de las piedras. Blues bastardo, quizá. Pero a fin de cuentas, blues.
Incendiar el blues. Queda claro ¿no? Ellos son italianos, ojo. Eso sí, grabaron este disco en Nueva Orleans y se pusieron en manos de Anders Osborne para producirlo a principios del año 2020. Sí, claro, llega ahora por el puñetero COVID. El entuerto les ha llevado a hacer dos versiones del disco. Una, en vinilo, con las grabaciones originales y otra, ahora en CD, con cuatro temas inéditos remezclados en Italia por Brian Lucey, habitual de The Black Keys o Royal Blood. Como reclamo, han contado además con Mike Zito, que les acompaña en un par de temas, y Bombino, que lo hace en otro. Aunque no les hacía falta porque el disco es un cañón de principio a fin. Parten del blues de Son House – ¿quién si no?- pero su sonido está cerca del de ZZ Top, Scott H. Biram o Seasick Steve. Claro, ya lo han adivinado. Blues rock con esencia punk. De hecho, los dos últimos son reconocidos por ellos mismos como sus máximas influencias. Dicen que de Steve se quedan con la utilización de Cigar Boxes o Diddley Bows, y de Scott con su enfoque minimalista enfrentado a un estado de ánimo salvaje ¿Compran?
Eduardo Izquierdo
