Wayne Riker es considerado una eminencia de la guitarra, ya sea desde la divulgación y la docencia, como directamente a las seis cuerdas en estudio y en directo. Su mudanza a San Diego, a principios de los ochenta, venía precedida por una experiencia previa en la Costa Este tocando en innumerables combos. A partir de ahí, a su inmersión en la escena local le acompañó su faceta como profesor y mentor de varias generaciones de músicos, autor de reconocidos libros de instrucción musical y columnista para publicaciones como Acoustic Musician o Guitar Player; sin olvidarnos de su participación en diversos álbumes de tantos otros géneros.
Una variedad estilística que, en su opinión, ha jugado en cierto modo en su contra: “quizás si me hubiera apegado a un estilo, podría haber ganado más reconocimiento en ese género en particular. Al extenderme en la capacidad de tocar casi todos los estilos con soltura, nunca te reconocen por completo en ninguna categoría musical. En general, sin embargo, todavía encuentro satisfacción al tocar en todas las trincheras musicales”.
Y una de esas trincheras, la que nos ocupa hoy, es la del blues. A raíz, precisamente, de la edición de un trabajo en el que demuestra su maestría reinterpretando una docena de clásicos acompañado de Oliver Shirley III al bajo y Marty Dodson en los tambores, más la colaboración de nueve vocalistas del área de San Diego.
Y es esa diversidad en las voces una de las bazas fundamentales para disfrutar de este disco, más cuando hablamos de temas revisados hasta la saciedad. A ese respecto, un segundo acierto es haber dejado tres de ellos en versiones instrumentales: «Dust My Broom», el «Baby Please Don’t Go» de Joe Williams y el «Move It On Over» del viejo Hank, al que insufla un divertido tono swing. El resto, no por conocido -de «Fever» a «Litle Red Rooster» o «Jailhouse Blues»- desmerece las escuchas. Contando que, como su título indica, uno de los guiños del álbum es ese orden alfabético en el título de las canciones, de la A a la M, cabe suponer que en breve veremos un segundo volumen que complete el abecedario hasta la Z.
Eloy Pérez
