El hijo del “padre de la música conjunto moderna”, y por ende hermano de Flaco Jiménez está de enhorabuena. Y su público, de paso, también. Acaba de firmar contrato con la discográfica del tejano Jesse Dayton, con la que edita este disco, y para ello ha contado con la producción del ínclito e inquieto Garrett T. Capps, que además colabora con su banda en el álbum. Pero que nadie piense que el marciano Capps ha devaluado ni un pelo la propuesta habitual de uno de los reyes del acordeón tejano, sino más bien al contrario. Su apuesta es potenciar sus virtudes. Algo inteligente, porque no vamos a cambiar a Santiago a estas alturas. Así que polkas, rancheras y cumbias se dan la mano es un trabajo que no debe pasar por alto a nadie que aprecie el género. El propio Jesse Dayton nos lo acaba de explicar: “Pensé: ‘Oh, Dios mío… él es el vínculo vivo entre la música norteña y tejana que influyó en el rock n roll, el country y la música latina moderna. Estoy viendo la encarnación viva de eso. Entonces, cuando Garrett T. Capps dijo que tenía esta grabación cruda y poderosa al estilo de la vieja escuela”.
Eduardo Izquierdo