Desde Sheffield, aunque con orígenes familiares en Austin, nos llega lo nuevo de Ash Gray y su banda, un directo grabado durante su residencia en The Dorothy Pax, el pasado mes de septiembre. Un concierto de cincuenta y cinco minutos -de ahí el título del álbum – en el que le acompañan The Burners o, lo que es lo mismo, Johnny Griff, Tom Townsend, Joe Newman y Tom Jarvis. Doce canciones que nos presenta una genuina banda de country rock de bar. Once, si no tenemos en cuenta un siempre prescindible solo de batería. Sin trampa ni cartón. Con algo de psicodelia introducida con cuentagotas y que los emparenta con los Flyin’Burrito Brothers de Gram Parsons. Canciones que simplemente pretenden que pases una buena noche apoyado en la barra del bar con una pinta de cerveza bien fresquita en la mano. Quizá eso le reste empaque al resultado porque, sin duda, el directo de bandas como Ash Gray & The Burners hay que vivirlo in situ, peor para comprobar como se lo montan sobre las tablas este es un perfecto artefacto.
Eduardo Izquierdo
